ʙɪʀᴛʜᴅᴀʏ ɪ;

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HOSEOK POV

Todo había marchado bien, a excepción de que Yoongi aún no llegaba y eso me preocupaba un poco. Su casa estaba justo en frente, ¿Qué tanto hacia?

Incluso su familia ya había llegado, no pude preguntarles dónde estaba porque no quería verme tan desesperado. AUNQUE EN REALIDAD ESTABA DESESPERADO Y MURIENDO DE NERVIOS.

Oí el timbre chillar en la puerta principal y corrí ahí en tiempo récord. Abrí la puerta pero del otro lado estaba Taehyung.

No quería ser grosero y hacer sentir mal a Tae así que le sonreí ocultando mi rostro de desilusión. Había tratado de evadirlo todo este tiempo pero ahora era inevitable, ser amable era lo que me quedaba hacer.

—Hola Tae —saludé— pasa por favor.

El sonrió y entro a la casa cerrando la puerta detrás de él.

—No tengo un regalo ahora para ti, Hobi, pero te prometo que...

—No te preocupes Tae —lo tomé del hombro mientras caminábamos juntos al patio trasero, dónde estaba todo el mundo— estás aquí, gracias por eso.

Mi madre al verlo corrió hacia él y yo llevó arrastrando a dónde estaba Dawon para presentárselo. A veces siento que ella lo quiere tanto como a un hijo, incluso más. Ella nunca me habló mucho sobre él, solo que estudiaba en la escuela donde ella trabajaba por las tardes y que tenía que ser muy amable con él. Me preguntó qué esconderán ambos.

Fui a la sala tratando de no pensar en Yoon ni en por qué aún estaba ahí. Mientras me acostaba en el sofá y oía a todos charlando a lo lejos con sus voces ahogadas por la música alguien dio tres golpes a la puerta.

Fui a la puerta algo desanimado porque no creí que fuera él, pero cuando abrí la puerta estaba Yoongi que me miraba con gran un ramo de girasoles.

—Hola —me saludó tímido.

Mi hyung parecía sacado de una película. Se veía tan guapo vestido de negro y con flores en sus manos.

—Hola —respondí con una amplia sonrisa.

—Creo que esto es para ti —dijo tendiéndome el ramo de flores.

Lo tomé y me hice a un lado para que pudiera pasar.

—Gracias Yoon.

Su regalo definitivamente había sido el mejor de todos, yo amaba los girasoles.

—No me agradezcas hasta que veas el verdadero regalo —me dijo mientras íbamos de nuevo al patio trasero.

¿Mi hyung me trajo otro regalo?

Antes de abrir el ventanal que nos llevaba al patio trasero me dio una pequeña caja de color negro mate con un moño brillante del mismo color envolviéndolo. Lo miré sorprendido y luego miré a mi hyung.

Lo abrí y en su interior había un brazalete de oro con una delgada cadena y un dije de sol en medio de esta.

—Seré sincero y diré que me ayudaron un poco a escogerlo, pero el sol fue completamente mi idea.

sunshine baby; yoonseok (hiatus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora