Responsabilidad

Trece

-Narrador.

El silencio que se ha formado en la sala de estar de aquella residencia no ayuda mucho a calmar sus nervios. Emilio se encuentra sentado en uno de los sillones con Joaquín a su lado mientras los padres del alfa se encuentran sentados en un sofá frente a ellos, el padre del alfa parece comenzar a desesperarse por el silencio de su hijo mientras su madre no deja de mirar al omega con odio ya que ella ya parece saber o más bien ya sabe el motivo por el cual el chico se encuentra ahí, un motivo el cual se supone ya habían resuelto.

—¿Ya vas a decirnos que pasa? Tanto misterio me está ocasionando dolor de cabeza— pregunta el señor de la casa a su hijo.

—Es que no sé cómo decirlo, tengo miedo de como vayan a tomarlo—

—Sabes que puedes confiar en nosotros, así que cuéntanos—

—Bueno...— suspira colocando su mano sobre la pierna del omega, el cual parece estar más concentrado en la pelea de miradas que tiene con la señora Marcos una pelea de la cual ni padre e hijo se percatan —Él...— se anima a decir pero su padre lo interrumpe.

—¡Es tu novio! ¡Lo sabía!— dice feliz levantándose de su lugar y abrazando a su hijo.

Emilio trata de separarse del abrazo asfixiante que su progenitor le brinda, su padre siempre suele emocionarse cuando le presenta a sus parejas y comienza a pensar en el futuro de ambos aunque sus planes nunca llegan a cumplirse debido a que sus relaciones suelen ser demasiado cortas, pero aún así su padre nunca pierde la esperanza de que alguna de esas personas que su hijo presenta como su pareja llegué a ser la indicada y logré quedarse al lado del alfa para toda la vida dándole una inmensa familia y muchos nietos a los cuales apapachar.

—No papá, él y yo no somos novios—

—Pues si son amigos ya debes de animarte a pedirle una cita, parece ser un buen chico—

—No, tampoco somos amigos—

—¿Entonces?—

El alfa mira de reojo al omega a su lado. ¿Cómo explicarle a su padre la relación que llevaba con el chico? Si ni él mismo sabe que son en realidad, no son amigos y mucho menos una pareja, podría hacerlo ver cómo una relación de simples conocidos que en un momento de debilidad terminaron teniendo sexo sin precaución lo cual los llevo a tener una pequeña consecuencia mejor conocida como bebé siendo en realidad la causa por la que el omega se encuentra ahí. Aunque tampoco se lo explicaría de esa manera a su padre.

—Bueno... no somos nada en realidad, ni siquiera llegamos a ser amigos... Digamos que nuestra relación se basó en una sola noche— dice desviando su mirada —Una noche que trajo como consecuencia un bebé que en estos momentos se encuentra creciendo cómodamente dentro del vientre de él— dice apuntando a Joaquín para después cerrar sus ojos fuertemente y esconder su cara en el brazo del omega.

Minutos después Joaquín parece dejar su pelea con Niurka de lado poniendo un poco de atención a Emilio y su padre, percatándose apenas de la cercanía que mantiene con el rizado y él agarre el cual el alfa mantiene en su brazo, toma al alfa y lo separa levemente de él, no le gusta que nadie que no sea su nana lo toque, odia el contacto físico con otras personas aunque en ocasiones no le queda más que aguantarse.

—Mire señor, este bebé no fue buscado ni planeado, simplemente fue producto de nuestro descuido, yo no busco nada de ustedes y si estoy aquí es porque su hijo me obligó— responde simple.

—¡Yo no te obligue!— dice mirando indignado al omega.

—Claro que sí, me obligaste a venir contigo cuando yo podía quedarme en la comodidad de mi hogar donde tampoco nos iba a hacer falta nada—

—Bueno, puede que lo haya hecho pero tú sabes mis motivos—

—Tampoco soy tan estúpido como para hacerlo sin supervisión médica sabiendo que también puedo correr riesgo— responde molesto.

—Más vale prevenir—

El padre del alfa sólo escucha la discusión sin interrumpir, no entiende de qué hablan ambos chicos pero parece ser un tema que les molesta a ambos pues puede notar como los semblantes de los chicos cambian repentinamente viendo a su hijo que parece ofendido mientras que el chico a su lado también se encuentra molesto o al menos es lo que puede deducir al ver su semblante serio.

—No empiecen otra vez— dice al ver como ambos chicos parecen empezar a discutir nuevamente —¿Qué pensabas hacer, Emilio? Porque supongo tienes en cuenta la gran responsabilidad que conlleva tener un bebé—

—Bueno, pensaba en que Joaquín viniera a vivir aquí para que yo pudiera estar al pendiente de él y del bebé, también pienso buscar un trabajo para solventar los gastos del embarazo—

—¡No! ¡Claro que no!— la rubia interrumpe la plática entre el rizado y su padre, sumamente molesta —Tú sólo tienes que concentrarte en tus estudios para que en el futuro puedas hacerte responsable de la empresa familiar—

—Puedo estudiar y trabajar a la vez—

—He dicho que no—

—Papá, dile algo—

Juan suspira viendo a su hijo y después a su esposa quién sólo mueve su cabeza en signo de que no cederá, él está consiente de que es imposible hacerla cambiar de opinión si de Emilio se trata, Niurka suele pasarse de sobreprotectora con él y siempre busca darle a su hijo todo lo que desee, aunque también debe admitir que Emilio es demasiado humilde y siempre rechaza los costosos regalos de su madre si no hubo un esfuerzo de su parte para conseguirlos, sabe muy bien que pese a que ha tomado una mala decisión Emilio quiere reparar su error y eso lo hace sentirse orgulloso de él pero también sabe que no es necesario que haga aquello además de que su esposa no lo permitirá.

—Eso no es necesario hijo, el dinero no es problema por lo cual no necesitas conseguir un empleo, los gastos seguirán siendo cubiertos por las ganancias de la empresa así que no debes de preocuparte más que de cuidar de tu hijo, de cuidar de Joaquín y de mantener tus buenas calificaciones en el colegio, sólo eso es lo que te pido, nada más—

—Papá...—

—Por favor, Emilio, sólo eso ¿Sí?—

—Está bien, pero al menos me dejaras ayudarte cuando lo necesites... Hay veces en las que te quedas hasta tarde en tu oficina por terminar los pendientes y no me gusta que lo hagas así que me dejaras encargarme de eso, tú me has enseñado así que puedo hacerlo... ¿Me dejarás?—

—Luego lo discutimos— dice tratando de evadir la propuesta de su hijo.

—¿Me dejarás?—

—Después buscamos una forma en la que puedas ayudarme sin descuidar tus responsabilidades, ¿Bien?—

—Bien—

El alfa acepta levantándose para abrazar a sus padres.

—Gracias por su apoyo—

Dice siendo feliz entre los brazos de sus padres, ignorando las malas miradas que su madre le brinda al omega. Joaquín suspira sabiendo que su estancia en esa casa será un infierno... Está más que claro.