Responsabilidad

Treinta

Bueno, ya tenía los capítulos pero me pidieron esto así que ahora van estos cinco dedicados a MariaEscalada193 ya que es su cumpleaños💜

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-Joaquín Bondoni

9 de Mayo, 3:25 a.m

Pese a que Nikolás y yo fuimos los que más desmadre hicimos en la fiesta al final terminamos siendo los únicos a los que el alcohol no les afectó mucho.

Yo nunca había festejado mi cumpleaños como normalmente lo hacen la mayoría de las personas, ese día pasaba como un simple y común día más para mí. La gran mayoría los pasé encerrado en el estudio fotográfico y con mi madre disfrutando de la vida a miles de kilómetros. Este cumpleaños sería el primero que festejaría como siempre lo desee, con una mega fiesta y teniendo a mis amigos junto a mí. Pero no. Andrea parecía no querer apoyarme pues se la paso molesta toda la fiesta, dándome sermones cada que podía y manifestando su molestia con cada persona que se encontraba. Siendo sinceramente una molestia.

Gracias al cielo los demás decidieron no arruinarme aún más mi cumpleaños; estaban de acuerdo con Andrea en que yo debía de estar en cama recuperándome del parto y cuidando de mi salud pues mis defensas habían bajado por el parto, pero a diferencia de ella, ellos entendieron que ese era problema mío.

Andrés también estaba en desacuerdo pero pese a eso se encargó de que yo disfrutara mi cumpleaños, compró un pastel que comimos entre nosotros, me dió un increíble regalo y se la pasó toda la noche haciendo locuras con Nikolás y conmigo. Todos disfrutaron al máximo la fiesta y parecían estar muy animados.

Aún así, la fiesta terminó más temprano de lo que esperaba. Todo por culpa de mis aburridos vecinos los cuales reportaron que había un escándalo en mi departamento.

De todos los amigos que habían venido a la fiesta, Nikolás y Andrés fueron los únicos que se quedaron conmigo en el departamento. Andrea seguía molesta y prefirió irse temprano, Azul se fue con un chico que conoció aquí mismo y finalmente Sian tuvo que irse porque su novia tóxica ya estaba comenzando a molestar. Andrés se quedó porque según iba a seguir la celebración con nosotros pero a los tres minutos de que nos quedamos solos se quedó dormido, mientras que Nikolás ya me había prometido quedarse esta noche conmigo.

Ahora ambos estamos recostados en mi cama. Nikolás está a mi lado buscando algo interesante que ver en la televisión pues aún estamos un poco eufóricos por el alcohol y se nos ha hecho imposible poder conciliar el sueño. Minutos después, al no encontrar nada bueno o interesantes, se recuesta a mi lado abrazando una almohada y me pide que le cuente todo lo que había pasado estos últimos cuatro meses que él no estuvo.

Nikolás se enteró de mi embarazo un día después de que me hice la prueba. Se lo comuniqué por medio de un mensaje y no tardó mucho en llamarme para saber si estaba bien o si podía ayudarme en algo; pese a que estaba al otro lado del mundo fue la persona que más me ayudó en esos momentos.

Él fue el único que me ayudó a superar esa situación, él único que realmente sabía todo lo que yo pasaba y le ocultaba su todos los demás.

Incontables veces llame a Nikolás llorando en busca de consuelo. Lo hacía cuando sentía que la situación comenzaba me superaba y sentía que ya no podía dar más, cuando necesitaba escuchar palabras de apoyo y no reproches y aún más cuando veía mi vientre y sentía al niño moverse, sólo Nikolás lograba calmar el miedo que eso me causaba. No, no es que le tuviera miedo al bebé, lo que realmente me causaba pánico era el verlo crecer y pensar que en el momento en que él naciera tendría que renunciar a todo lo que estaba acostumbrado, tendría que asumir un papel de padre que nunca pedí y para el que no estaba listo.