Test, Patience & Love [T#2.5]

🌈Capítulo 4

(Owen)

HACE MUCHAS SEMANAS.

PRIMERA CLASE DE ESTADÍSTICA SOCIAL.

Había mucha gente.

Se veían muy extrovertidos.

Gritaban y reían mucho.

No me gustaba.

Desde pequeño los sonidos fuertes y continuos, los barullos y gritos, como así también estar rodeado de personas desconocidas y escandalosas, me desesperaban mucho.

Mis papas creyeron que era algo serio, y claro, era un niño y lloraba por cualquier ruido que me molestaba y produjera ansiedad y nervios, pero ahora era grande, podía controlarme, aunque no quitaba el hecho de que aún me incomodaban.

Como ahora.

No era algún tipo de trastornado, aunque mis padres lo pensaron al principio. Solo... estaba mejor solo.

Y ahora, aunque no quería, ese ruido llamaba mi atención, las personas llamaban mi atención. Para ser exactos, una rubia que estaba sentada unas cuantas sillas atrás.

Era la chica más charlatana que había conocido. Hablaba y reía mucho. No gritaba, pero aun podía oír su voz a mis espaldas. Ahora estaba mirándola, era la primera clase de estadística social y el profesor aun no llegaba por lo que me permití inspeccionar mis alrededores. E inevitablemente, mi vista se dirigió a la rubia vestida con una camiseta hasta los muslos con el símbolo de amor y paz. Supuse que era alguna clase de hippie. Estaba riendo con un muchacho de cabello negro y con otros más rodeándola como si fuera algún tipo de superestrella o modelo.

Si quería ser sincero, había llamado mi atención en el momento en que entró. Pero eso era obvio, no se veía todos los días a una chica skater con dos coletas bajas entrar a la clase en una patineta vistiendo una camiseta que parecía un vestido, un pantalón rojo ajustado y unos tenis amarillos.

La observé durante un buen rato. No era de quedar mirando a las personas como un psicópata, pero había algo... en ella. Algo llamó mi atención. Y eso me sorprendió, porque la gente extrovertida y quisquillosa no era el tipo de persona con la que me juntaba.

Pensé que era bonita.

Nunca me había fijado mucho en una mujer.

Es decir, prefería pasármela en mi cuarto leyendo libros policiales o de ciencia ficción, a que salir a comer con amigos o ir al cine en una cita.

Pero un pensamiento cruzó por mi cabeza al verla y ese pensamiento fue algo así como:

<<Wow, esa chica es verdaderamente hermosa, Owen>>

Pero otro llegó de inmediato detrás de ese:

<<Pero no puedes hablarle. Eres el tipo más introvertido del mundo. Son polos opuestos y no te acercarías jamás a una chica tan sociable>>

Dejé car la mirada a mis converse negras por un segundo, pero no resistí y volví a alzar la mirada. Quedé congelado cuando mis ojos se encontraron con la chica rubia. Me estaba mirando. Inmediatamente mi mayor defecto salió a la luz y quede colorado como el interior de una sandía.

Tenía ojos marrones y su rostro era de un tono rosáceo casi pálido. Me miró con curiosidad y extrañeza, pero entonces una sonrisa de oreja a oreja se extendió por la mitad de su cara.

Y volteé.

Mi rostro ardía, llevé una mano a mi boca y comencé a morder mis uñas con nerviosismo. Mis ojos estaban abiertos como los de un búho. Entonces reaccioné.