Test, Patience & Love [T#2.5]

🌈Capítulo 6

(Nicole)

Comenzó a gustarme el tiempo que pasaba con Owen.

Después de esa tarde en la que arreglamos nuestros desacuerdos, Owen y yo nos volvimos bastante cercanos. Nos juntábamos para realizar el trabajo de estadística, jugar videojuegos, e incluso me acompañó a cenar después de la biblioteca.

Tenía admitir que esa timidez que tenía al principio, era una fachada, o sea, si, era algo tímido y un poco reservado al principio, pero luego de un tiempo, lo único que quedó fijo en Owen, fueron sus sonrojos.

Me discutía cuando creía que tenía razón, incluso una vez me dio toda una clase de mitología griega porque le dije que Ares, el dios de la guerra era mejor que Atenea, la diosa de la sabiduría. O también cuando le hablé de mi carrera y me dio toda una opinión acerca de la diferencia y desigualdades de sexo. Era tan intelectual y listo, todo lo que me dijo acerca de las desigualdades, me serviría mucho para mi trabajo final. Cada día aprendía algo nuevo con Owen. ¡A veces hacia chistes! Mucho de ellos eran chistes malos, pero igual me hacía reír. Incluso me arriesgaba a decir que era más enérgico que yo, pero claro, eso lo noté cuando jugábamos videojuegos o cuando se ponía a discutir conmigo sobre ciencia y filosofía. Era apasionado.

—Oye —volteé hacia la voz de Owen al momento en que salí de la clase de estadística.

—Oye —repetí con una risa en la cara. Notando que estaba nervioso, suavicé mi expresión y toqué su hombro. Ya no se sonrojaba por ello—. ¿Qué sucede?

—¿Quieres...em, quieres venir a almorzar conmigo?

Sonreí de oreja a oreja—Vaya, ¿acaso me invitas a una cita?

Esta vez si logré hacer que se sonrojara—No, yo...

Lo interrumpí—Sabes que bromeo, tonto —dije—. ¿A qué lugar iremos?

—Oh, no, yo cocino. La otra vez dijiste que te gustaban mis postres. Ahora quiero que opines que tal soy con la comida salada —mordió sus labios, nervioso de mi opinión.

Era cierto. Owen cocinaba delicioso. Más que eso. Los postres parecían esos que pides en un restaurante cinco estrellas. Logré ir una vez a esos restaurantes para ricos cuando fuimos de vacaciones con mis padres luego de ahorrar por meses. El chef del lugar era reconocido por sus extravagantes comidas y postres deliciosos. La comida que probaba de Owen, me recordaba a ese restaurante.

—Después podemos seguir con el trabajo, ya sabes, falta cada vez menos.

—Pero si ya terminamos. Ahora solo me queda la parte teórica, ¿recuerdas? Esa puedo hacerlo sola —mencioné—. Por cierto, gracias por todo, tengo esperanzas gracias a ti de que voy a aprobar.

—Sí, ya lo sé, pero te ayudaré a hacer el chi cuadrado.

—Yo no haré eso. Es un ejercicio opcional —comenté—. Además, no lo entiendo.

—Yo te ayudaré. Sé que quieres levantar esa materia así que te ayudaré a tener puntos extras. Quiero que apruebes y me gustaría mucho ayudarte —dijo—. Seré muy feliz haciendo eso por ti, juntos —Owen se encogió de hombros con suma humildad. Por primera vez presté atención a su mirada, y solo veía honestidad y bondad. Owen era demasiado bueno para su bien. No entendía como es que no tenía amigos o pareja.

Alguna sensación extraña se alojó en mi pecho en ese momento. Y un revoltijo se me dio en el centro del estómago. De repente, sentí un calor llenándome el cuello y el rostro.

—¿De verdad harías eso por mí?

—Em, yo...si, supongo que... bueno, somos algo así como amigos, ¿no? —comenzó a verse inseguro.