Test, Patience & Love [T#2.5]

🌈Capítulo 3

(Nicole)

No funcionaba.

Estaba tratando.

Pero no estaba funcionando...

Me arrinconé contra un estante de la biblioteca. Mi objetivo estaba a unos metros sentado leyendo un libro de ciencia ficción. Suspiré. Unas gafas negras escondían sus ojos marrones, tenía una camiseta negra lisa y una camisa a cuadros encima. El libro que estaba leyendo tenia titulado <<El juego de Ender>>. Había oído de ese libro, lo mencionó uno de mis profesores. Estaba observándolo mientras pensaba que hacer, debió sentir el peso de mi mirada porque su rostro paso rápido de aceitunada a rosa en sus mejillas. Sin embargo, desapareció tan rápido como apareció. Estaba comenzando a controlarse frente a mí.

—¿Por qué sigues husmeando? —inquirió.

Salí de mi escondite, y porque quería verlo sonrojado de nuevo, me deslicé en una silla a su lado y rocé mi rodilla con su muslo izquierdo. Para mi gusto, escondió sus labios, no soporto mi mirada y quedo rojo como una cereza. Me reí tan estrepitosamente como se permitía en la zona de silencio.

—Quiero que hagas mi trabajo final —dije con simpleza.

—No.

—Por favor —rogué.

—No me convencerás —espetó. Su voz más dura. Sus ojos me dijeron que comenzaba a molestarse.

Bufé y me puse de pie.

—Di que sí —ordené.

—Tú no me mandas.

Lo fulminé con la mirada—Bien. Lo haré por las malas entonces.

Eso fue el viernes. Y no hubo éxito.

Pensé que sería mejor hacerlo de otra manera.

—¡Hola! —grité. Mi cara apareció detrás del árbol donde Owen estaba sentado dibujando. Pegó un grito asustado cuando me vio saliendo detrás de él. Tiró su boceto y su lápiz en el césped del jardín de la universidad.

Había una bolsa de una tienda de comida rápida muy famosa en el campus junto a mi cara. Miró el logo y reconoció que traía dentro con las cejas enarcadas.

—¿Que-que haces aquí? —preguntó. Su labio tembló por un segundo y su respiración estaba jadeante. Me sentí culpable de haberlo asustado.

Ajusté mi pantalon de cintura alta y mi top rojo de Friends para sentarme frente a Owen con las piernas cruzadas. Dibuje en mi rostro mi mejor sonrisa resplandeciente.

—Te dije que haría esto por las malas —contesté mientras arrojaba la bolsa con comida a su regazo.

Frunció el ceño—Hacer las cosas por las malas, ¿es traerme comida?

—Se le llama soborno —me encogí de hombros.

—¿Por qué aceptaría comida cuando podría comprármela yo mismo? —preguntó—. Además, la balanza es medio injusta, ¿no crees? ¿Tengo que hacer el trabajo todo y tu solo me das dos hamburguesas de comida rápida que yo podría comprarme?

—No te daré dos hamburguesas —dije mirando la bolsa con obviedad.

—¿No?

—No. Una es para mí —confesé.

Owen largo una risa, trató de reprimirla, pero sonó fuerte de todas maneras. Me gustó su risa.