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El rostro de Tao se giró hacia la derecha luego del impacto, su flequillo le tapo el área golpeada y su otro ojo, aquellos estaban muy abiertos de la impresión, el susto, el shook, mientras sus brazos se apretaban en su cuerpo tratando de saber si era real, no era un sueño o más bien una pesadilla donde Kris lo golpeaba; Kris lo había golpeado, Kris lo había golpeado, su cabeza iba a mil por hora al igual que su agitado corazón, Kris lo había golpeado, Kris lo había golpeado, en su casa, en su nido, ese nido que se había venido abajo tras la tormenta con una gran probabilidad de nunca más volver a reconstruirse y lo que le dolía era que había un polluelo metido en la tormenta....

Desde pequeño Tao práctica artes marciales, había sido obligado por sus padres y al principio no le agradó, pero poco a poco el wushu con su disciplina se fueron instaurando en su ser llegando a ser una parte vital para si.

—¡Brazo derecho!— gritó el profesor  y los alumnos acataron, todos en posición para hacer una sentadilla, tenían los pies firmes en la colchoneta bajo ellos atentos a las ordenes de su maestro.—¡Brazo izquierdo! ¡Hai!— los niños de forma sincronizada hicieron el cambio, contrajeron el derecho hacia su pecho y estiraron el izquierdo— Bien, descansen— los niños se pararon derechos y miraron a su maestro, atentos a lo que les dijera.—Hemos acabado por hoy, les recuerdo que la otra semana nos enfrentamos en un torneo a otros practicantes de artes marciales y aunque no todos ustedes vayan a participar, todos deben asistir, se pueden aprender cosas en la pelea como solo observando también.— una pequeña sonrisa se esbozó en el rostro de su maestro y los niños se la devolvieron de forma cortés— Ahora, necesito que se queden Huang Zi Tao, Cai Xu Kun, Xiao Lu Han y  Yan Jun, como usted se enfrentaran a o otros alumnos necesito que se queden un tiempo extra— el maestro paseaba sus ojos en los nombrados.

—¡Si maestro!— dijeron al unísimo. El resto de los estudiantes se retiraron de a poco quedando solo los cuatro chicos que el maestro nombro y cuando estuvieron los cinco solos su maestro les sonrió ampliamente, una razón por la cual había elegido a esos chicos para competir era que los 4 habían llegado de muy pequeños al doyo y con el tiempo habían aprendido a manejarse excelente en el área, ahora rondaban los 15 años y eran los mejores.

—Bien chicos, esto será breve, pero requiero de toda su atención. Lo que aprenden aquí no se aprende con el fin de hacer daño, se aprende para encontrar equilibrio en nuestro cuerpo, ser conscientes de nuestras capacidades, conectarnos con el medio y se pueden utilizar en casos de emergencia, por ejemplo, si son agredidos en la calle, o ven a alguien en problemas, todo con un fin mejor, pero nunca deben ocuparlas con la intención de herir a alguien, jamás ocupen lo que aprendieron en un estado turbio de ira y enojo, eso solo traera dolor, para ustedes y para la otra persona— Tao repitió las palabras más importantes en su cabeza, grabando el mensaje para que jamás se le olvidara, no le gustaba hacer daño concientemente, y no quería hacérselo a alguien en un estado de ira, la violencia no eta la solución.—Entendido eso, procederemos ha hacer práctica de su resistencia para enfadarse, su contrincante práctica esta disciplina con el mismo fin que ustedes, no lo hace para sentirse superior, en el combate puede pasar de todo su contrincante puede distraerlos, hacerles burlas— su maestro se detiene de hablar al ver la mano alzaba de XuKun.— Dime— le permite la palabra.

—Pero las burlas no están permitidas en el combate, estas son sancionadas de distintas maneras, la peor es que te saquen y le den el punto a tu contrincante— XuKun entrelazo sus manos y miró el suelo, era el menor de los cuatro, tenía 10 años y aún era un niño pequeño.

—Es cierto Cai, pero hay en ocasiones que los encargados de ver esas faltas las dejan pasar— le explica el maestro con un tono de voz un poco más suave.

—¿Por qué hacen eso?— pregunta, curioso del porqué una persona que debería castigar esas faltas las deja pasar.

—En ocasiones se ocupa como incentivador para que el combate sea más rudo, más serio— XuKun frunce el ceño sin entender porqué la persona que debería supervisar eso quiere que el combate sea más rudo.

—Huang con Xiao, Cai con YanJun— dice el maestro, dejando que Kun encuentre solo la respuesta.

Los chicos se ponen en parejas, uno frente al otro, en posición de descanso, esperando que el maestro les de la señal para comenzar.

—Quiero que provoquen a su contrincante, saquenlo de sus casillas, sin hablar, solo con el cuerpo, el que habla queda fuera— su maestro es serio al decir eso— Ya!— los chicos miraron a sus parejas, flectaron un poco las piernas y dispusieron toda su atención a sus parejas, tenían que ver la forma de sacarla de quicio sin hablar.

Tao conocía de pequeño a LuHan y viceversa, eran amigos, Lu era mayor que Tao por 3 años pero podían tratar entre ellos sin ningún problema, aunque ahora se les presentaba un problema, Tao no quería sacar de quicio a su gege, no lo encontraba correcto aunque fuera un entrenamiento, pero LuHan no pensaba igual y pronto comenzó a molestarlo de diversar maneras, para sacarlo de sus casillas y Tao con 12 años era muy susceptible a aquellos actos que estaba haciendo Xiao, como mostrarle la lengua, decirle cosas sin hablar, solo gesticulando con los labios y de esa forma técnicamente no estaba desobedeciendo a su maestro.

Los golpes de ataque comenzaron entre amabas parejas sin salirse aun de la barrera de entrenamiento y disciplina, su maestro miraba desde un lado, atento a cualquier anomalía en el combate de cada uno, pero estaba poniendo más atención en Tao, para Xue, su maestro, el niño le parecía intrigante, era hijo de uno de sus amigos, un adulto que antes fue un niño indomable en las artes marciales, Huang padre, había sido un prodigioso niño en la disciplina, Xue fue su compañero, lo vio crecer, ganar, perder, llegar a la cima y luego caer...el señor Huang pudo haber tenido una gloriosa carrera en las artes marciales si no hubiera sido por  un ataque de ira por la desventaja de puntos, le propinó golpes repetidos en una pierna a su contrincante dejándolo herido y fuera de competencia para siempre.

Se le recomendó ir a terapia para controlar su ira, y así lo hizo, estaba muy arrepentido de lo que había hecho y por eso accedió, pero luego de la rehabilitación nadie lo recibió, en ningún lugar de entrenamiento, todos tenían el pensamiento de que volvería a hacerlo y sus reputaciones como yodo quedarían en el suelo, por un error, a Huang padre se le cerraron muchas puertas, Xue no permitiría que a Tao le pasara lo mismo.

Asi que desde su base le inculcó que la violencia no era la solución sin importar las circunstancias, si alguien le pegaba fuera de su entrenamiento con enojo, el no debía devolver el golpe, porque eso hacía daño, física y mentalmente, y gracias a la disciplina que le enseñó, Tao jamás tocó a alguien a nivel violento mientras estaba molesto, el testimonio de su padre y la disciplina de su maestro le ayudo a jamás cometer ese error.

Tao giró con lentitud su rostro para encarar a Kris le era tormentoso seguir en esa posición en donde había sido golpeado, y le atormentaba el hecho que al pasar los segundos, Kris no hacía nada, ni ademán en disculparse o darle una excusa barata.

Sus ojos vidriosos y algo nublados por el dolor...físico y emocional se conectaron con los de Kris imperturbables y eso aterro a Tao, Kris lo acababa de golpear sin una razón "apropiada" aunque para Tao jamás habría una; los ojos avellana de su esposo no mostraban un atisbo de arrepentimiento, culpa o dolor, nada ninguna emoción de ese nivel, solo había, enojo, rabia y ¿por qué? porqué Tao había llamado puto a su amante, ¿acaso eso tenía sentido? ¿el hecho de ser golpeado por su esposo por decirle puto a su amante? quién tal vez debería se golpeado sería el amante, por romper un matrimonio, y no el.

Huang mordió su labio inferior, de repente llenándose de rabia, ésta nublando el dolor en su corazón y rostro, sus manos se apretaron más en su cuerpo, causándole dolor y con completa convicción dijo:

—Pude haberte perdonado una infidelidad YiFan, pero jamás te perdonare haberme puesto una mano encima— Tao se escuchaba sumamente decidido, pero Kris no le creía nada.

Pudimos Ser Felices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora