Pudimos Ser Felices.

[E] 14

** *** *******1 mes después ** *** *******

Tao estrechó la mano de Kris, con una distancia prudente entre ellos.

—Bien, oficialmente están separados señores Wu y Huang— el abogado les dio una mirada— Les dejaré a solas para que puedan platicar tranquilos— y se retiró, Kris y Tao quedaron en la misma sala, solos, hsce tiempo algo así no ocurría.

—Yo... — Kris estaba tratando de entablar una pequeña charla, al menos por los viejos tiempos pero las palabras no le salían y temía arruinar aún más su relación, si es que podía arruinarla más y si es que aún había algún tipo de relación entre ellos.

Tao lo miró, no tenía idea de que diablos le quería decir Kris, de las únicas cosas que estaba seguro era de que: Kris se veía espectacular en ese traje azul marino y que tenía que salir de ahí lo antes posible, la presencia de Kris le causaba un torbellino contradictorio de emociones y sentimientos que temía no poder controlar bien.

Kris bajó la cabeza y Tao no pudo evitar sorprenderse, bajar la cabeza no era un gesto muy de Kris, pero a pesar de que el acto se merecía una reacción facial de su parte, no la hizo. Kris alzó la cabeza y retrocedió un paso, sintiendo que estaba invadiendo el espacio personal de su ahora ex pareja, su psicólogo le recomendó no invadir el espacio personal de la otra, darle su distancia y mantenerse cortes y amable pero sin la intención de recibir algo a cambio.

—Quería saber cuando puedo ir por mi hijo, para pasar un rato y saber de el— Tao quiso sonreír, enternecido y con lastima, muchas cosas habían cambiado desde que Tao se fue de la casa, una de ellas era aquel amor que MinKi sentía por su padre Kris, todo ese aprecio, cariño y amor, se había trasformado en un rechazo completo, Minki no quería saber nada de Kris, no le quería cerca tampoco.

—Minki no quiere verte Kris— le dijo Tao con delicadeza, porque a pesar de todo Kris seguía siendo una persona que sentía, no había necesidad de ser un desalmado al decirle que su hijo no quería verle ni en pintura.

—Oh, esta bien— dijo—Si necesita algo solo llamame— sus ojos miraron a Tao, viendo rastros de una etapa casi superada y no le gustó para nada, es más le causó un pequeño dolor en el pecho; miró su reloj de muñeca, y tomó la hora como excusa— Mira la hora que es— exclamó y miró a Tao a los ojos— Fue grato verte, adiós— hizo una reverencia y se fue antes de que Tao le contestara.

Tao miró la puerta cerrarse y soltó el aire de sus pulmones antes de mirar alrededor de la oficina y salir, tenía la sospecha de que algo no andaba bien con Kris, durante la reunión hubieron demasiadas señales que se lo mostraron y eso  le intrigaba, tanto tiempo como pareja le había enseñado a interpretar ciertas señales, pero la verdad era que no debía preocuparse tanto por lo que le pasaba a su ahora ex pareja. Movió los hombros hacia atrás y luego hacia adelante, tratando de sacar tensión y distrerse de lo que había ocurrido mientras caminaba hasta la salida de la notaria y tras la puerta de vidrio podía ver un auto de color azul marino estacionado y con una persona  en la parte del conductor mirando en su dirección; su mente olvidó lo que estaba pensando y la tensión se esfumó, una sonrisa pequeña se instauró en sus labios y salió de la notaria para poder subir al auto.

** *** *****1 mes antes ** *** *****

Las charlas con Baek habían ayudado a que se pusiera de pie, con la frente en alto, perdonando, pero no olvidando, un golpe no era algo que podría olvidarse, pero si perdonarse, le costó asimilar todo, pero con paciencia y compañia lo logró aunque solía reuir de los lugares que le recordaban a Kris o que tenían que ver con el, porque el hecho de recordarlo le dolía, le hacía daño... ya que lo que sentía no se había ido de la noche a la mañana, aún había amor por parte de Tao y en ocasiones la situación le parecía solo un mal sueño, pero resultaba que luego de pelliscarse no lograba despertar y con lo único que se quedaba era con dolor en la zona peslliscada.