06. Los Cullen

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                   EL LUNES COMENZÓ CON UN buen clima, a pesar de que estaba nublado, no llovía y estaba mucho más cálido que los días anteriores. Camille había podido salir de casa utilizando solo un suéter y este se trataba de su nueva adquisición.  Su madre las dejó en la escuela temprano por la mañana y ellas se embarcaron rápidamente en sus clases. Cuando estas acabaron, se encontraron con sus amigos en la cafetería. Jessica había terminado de agarrar sus alimentos, así que le estaba pagando a la señora que se encargaba de aquello. Por su parte, Camille estaba colocando una pera en su plato, cuando sin quererlo, se le cayó al suelo. Antes de que siquiera pudiese tocarlo, una mano estaba levantando la fruta de los aires. Era Emmett.

Ella parpadeó sorprendida.

—Oh, muchas gracias.— murmuró bastante confundida. La mano del joven le pasó la fruta y ella pudo tocar sus dedos, estaban fríos.— ¿Cómo lo hiciste tan rápido? ¿Estabas cerca?

Sin hablar de que nadie en el mundo podía tener unos reflejos tan buenos, pensó.

—Estaba llegando a tu lado. Quería hablar contigo.— en todo momento que había hablado, sus ojos no se habían despegado de los labios de la castaña. Camille sintió su rostro enrojecer.

—¿Tengo algo en la boca?— Emmett soltó una carcajada.

—No, lo lamento. Solo estaba viendo tu labial rojo, no te lo había visto puesto antes, y te queda realmente bien.— sus mejillas se colocaron del mismo color del labial, y para no parecer demasiado avergonzada con sus palabras, le dio la espalda, mientras agarraba una botella de agua.— Tus mejillas también.

La muchacha giró su cuerpo y lo fulminó con la mirada. No estaba acostumbrada a que los chicos la trataran así, en realidad, nunca jamás lo habían hecho. Lo más lejos que había llegado era cuando su único intento de novio, le había dicho que tenía un cabello bonito. Y era porque era hijo de una peluquera, y porque de hecho, quería utilizar su cabello como extensiones. No sabía cómo reaccionar a aquello, era extraño. Las únicas dos conversaciones que había tenido con el Cullen habían sido del todo ordinarias, se preguntó a si misma el porqué decía esas cosas ahora y qué había cambiado.

Muse ✓ ⋆ Emmett CullenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora