Muse ✓ ⋆ Emmett Cullen

02. Encuentros

            CAMILLE SIEMPRE HABÍA SIDO muy cuidadosa y precavida con las cosas que le pertenecían. Podía admitir que desde que tenía el uso de la razón, había sido atenta con cada situación que pasaba frente suyo. Recordaba perfectamente dónde dejaba cada una sus cosas e intentaba mantener todo ordenado, porque el desorden era algo que le provocaba nervios. Fuera material, o mucho más metafórico. Necesitaba orden en su vida, el caos le molestaba. Su madre solía decir que quizás su hija tenía algún tipo de TOC, y Camille creía un poco en que tenía algo de razón. No era tan intenso como para ser tratado, pero si existía. No recordaba cuándo era que había empezado todo aquello, pero recordaba verse a sí misma en sus primeros años de escuela, ordenando su mochila adecuadamente y depositando sus útiles de una forma organizada. Si algún compañero le pedía prestado alguno de sus lápices de colores, no paraba de observarlo hasta que se lo devolviera a sus manos. Lo último era un poco bastante raro, de hecho. Sin embargo, esos últimos días había estado bastante despistada. En sus primeros días en Forks, ya se encontraba con una gripe. Había pasado su fin de semana acostada en la cama, tomando bebidas calientes, bajo varias mantas. No era como si hubiera mejorado mucho, parecía que incluso estaba un poco peor. Su madre había recetado medicación que la ayudara a expulsar los virus, pero aún no se sentía con las fuerzas suficientes como para salir de la habitación.

No fue hasta el lunes por la mañana, que comenzaban las clases, que se levantó de la cama. Su mañana había comenzado bastante común. Había tomado un baño caliente y luego había secado su cabello con el secador de pelo. Jessica había golpeado la puerta del baño, diciendo que se le hacía tarde a ambas. Por esa razón, todo lo siguiente fue rápido. Eligió un atuendo bastante regular, una camiseta negra térmica y arriba de ello, un suéter lila. Traía sus jeans tiro altos, que raramente le hacían un trasero mucho más grande de lo que era. Los jeans tiro alto siempre habían sido lo suficiente favorecedores. Por último, sus pequeñas botas negras que solía usar solo en los días de lluvia, pero teniendo en cuenta de que Forks siempre tenía un clima así, tendría que usarlas en todo el año escolar. Prosiguió a ordenar las cosas que llevaría a la escuela ese día. No haberlo hecho los días anteriores la ponían nerviosa y hacerlo todo tan recientemente, agitaba su corazón en un ritmo peculiar. Fue allí cuando se percató de la desaparición de su libreta. Había creído que tal vez seguía en su cartera, pero solo quedaba en ella su libro y el bolígrafo.