Capítulo vigésimo primero

13 4 0
                                    


No era muy creyente de las visiones ni los sueños premonitorios pero había pasado algo raro antes de eso.

Un sueño muy recurrente me invadía noche tras noche, que mas que sueño era pesadilla.

En mi sueño... Pesadilla. Tenía una niña que mi marido no quería, entonces hice que se disfrazara de varón y cuando tenía unos 7 años íbamos a un funeral, mi marido insistió en que tomara agua, mi niña lo hizo pero yo no por estar apurada, al salir a la calle mi marido dijo que se iba a quedar un rato y que nos alcanzaba en unos minutos, todo parecía estar tranquilo pero algo me picaba en el pecho.

Cuando ya llegábamos a una cuadra mi niña calló al suelo, la agarré y lloró entre mis brazos, no podía gritar ni moverme más, solo llorar mientras miraba como se moría, su cara comenzó a desfigurarse de manera horrorosa y su piel pasó a ser oscura hasta transformarse en la cara de su padre.

Esa escena aún me da escalofríos, a veces me despierto a mitad de la noche porque recuerdo todo... Es horrible.

El mal querer-La historia detrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora