Capítulo vigésimo

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Felicidades

-¡Ay mi niña! ¡Que guapa! ¡Felicidades! Mira, te traje un par de regalos para el próximo miembro de la familia.

La madre de la embarazada, de más está decir que con una emoción gigante, le pasa un regalo de una tienda cara de ropa y se retira a hablar con más invitados, el padre del bebé hablando de manera animada con otros hombres y ella sonriendo con una bebida sin alcohol en sus manos, nada como la familia dicen.

 
La fiesta fue ostentosa, con todas las letras y en mayúsculas, vinieron las dos familias a celebrar con alegría y de paso ella pudo hablar con sus amigas que desde hace tiempo no había podido ver.

-Cuéntame ¿Cómo te ha ido con tu esposo de ensueño?

La mujer dudó un rato en decirlo, pero la confianza que le inspiró la charla hizo que se animarse lo suficiente para contarlo, de seguro la ayudarían con eso.

-De ensueño no tiene nada.- Se animó a "bromear" soltando un pesado suspiro al final, dejando su alegría fingida atrás para mostrarse verdaderamente.

-¿Por qué? Si tú y él  son la pareja perfecta...-Dijo su otra amiga, apodada Rosa.

-Es que... Es muy celoso y a veces se pone violento...-La mujer, con ojos llorosos de tanto haber reprimido esos sentimientos miró a sus amigas con pena-

-Ay no...-Susurró su mejor amiga mirando a los ojos de Flamenca.

- Pero... ¿Qué razones le diste para que te golpee?

-Ninguna, me dijo que ahora que estaba casada yo... Era suya.

-Parece hasta surreal... Dios mio.

-¿Pensaste en denunciarlo? Te podemos acompañar e incluso podes quedarte en mi casa si querés, Martin y yo podemos hacerte lugar en el living...

-Lo pensé, pero no tengo pruebas, me golpea en lugares donde no se ven o fáciles de cubrir con maquillaje.

-Dios... ¿Segura que no hiciste nada para enfadarlo así?

-El día que empezó todo sin querer tiene un vaso de vidrio y se rompió.

-Mi esposo también se pone así a veces, ya sabes cómo son los hombres... Solo tratalo bien... No pueden estar tan mal. Reza más a diario y todo se va a pasar.- Mila, la tercera de el trío de amigas y la más creyente de las 3 habló dejando incredula a Esperanza.

La última mencionada tomó del brazo con delicadeza a Flamenca, lo suficiente como para que esta se deje guiar hasta el baño.

-Cuentamelo todo.

-¿Qué?

-Que me cuentes todo lo que te estuvo haciendo ¿Tienes moretones o golpes ahora? ¿Fotos como pruebas?

-Hace mucho ya no uso mi celular, no me deja usarlo. Aún tengo los golpes de cuando me quise hacer un
... aborto y el vino.

-Que desagradable.

-¡Pero el bebé está bien! No quise herirlo

-No te juzgo por lo que intentaste, lo juzgo a el. Sigue contando, voy a grabarlo ¿Ok?- Esperanza agarró su celular y puso el olvidado chat de Flamenca, ahí empezó a grabar un audio.

-B...bueno. Todo empezó antes de que siquiera empiece, cuando no éramos más que conocidos. A mí me gustaba el aunque no me prestó mucha atención al principio porque ya estaba en pareja. -Flamenca recordó esos tiempos simples con una sonrisa de lado y una risa que se puede confundir con un suspiro.- Un día de repente viene a hablarme, el con un buen porte, brillante sonrisa y toda una fachada de bueno... -Mira hacia bajo, arrepentida de haberse dejado engañar tan fácil, se apoya en el lavavo y vuelve a mirar a Esperanza.- Pasaron 6 meses y ya nos íbamos a casar, todos se preguntaban si estaba embarazada o que, no, estaba enamorada, de enserio lo estaba. -Con tristeza mira hacia abajo y se cruza de brazos acariciando el derecho con suavidad en un intento de reconfortarse.- estaba enamorada...

El mal querer-La historia detrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora