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🎁 Callum 🎁

Sopló el aliento cálido en sus manos por enésima vez en la última medía hora. Joder que solo a él se le ocurría la oh maravillosa idea de salir a correr en un día tan condenadamente helado como aquel. La voz de Jhon Cooper resonando en sus  oidos lo distraía de los pinchazos que el frío viento provocaba a sus extremidades. Porque ni siquiera el conjunto térmico deportivo estaba haciendo nada contra la inclemente y baja temperatura. Quizá si hubiera optado por conseguir un gorro para cubrir su cabeza o un par de  guantes para sus manos...

O mejor aun. Si simplemente hubiera ido al gimnasio y correr un par de horas en la caminadora...pero eso se le antojaba tan tedioso que ni siquiera quiso darle un segundo pensamiento.

Ronson, su entrenador, le había dicho que se tomara un par de semanas de descanso.

"- Vamos Cal, todo el mundo baja sus revoluciones en diciembre. Y tu próxima pelea importante es en abril, descansa un poco, visita a tú familia y nos vemos en enero."

Claro, para Ronson era fácil decirlo, pero para Callum Grayson era bastante inaceptable tomarse un poco de tiempo fuera. ¿Y qué si su siguiente pelea importante era en abril? no por eso iba a quedarse de brazos cruzados esperando a que sus músculos perdieran masa, si eso no iba a pasar. Además no tenía nada que hacer si dejaba de entrenar.

Por supuesto que Cal no vivía solamente de sus esporádicas peleas de MMA, también contaba con un pub bastante popular en la zona viva de la ciudad, pero no siempre se requería su presencia para que el lugar funcionara por lo que si no estaba entrenando, Cal se aburría de sobremanera.

¿En cuanto a lo de tomarse un tiempo para visitar a su familia? Eso era un no rotundo, no pretendía ir hasta Wyoming solo para que su madre le reprochara una y otra vez por haber terminado su relación con Ágata, quien fue su novia por al rededor de tres años. Y cabe recalcar que fue ella quien lo botó.

Además toda esa mierda de las tradiciones navideñas le provocaban urticaria. No le veía sentido a todo eso de adornar un jodido árbol, o los regalos o las fiestas...navidad no era más que un invento publicitario para hacer  que las personas gastaran en cosas innecesarias.

Así que por eso estaba corriendo a lo largo de una calle cubierta de nieve, con el frío mordiendo su trasero y la música resonando alta en sus oídos. Pues bien, no iba a dar marcha atrás solo porque el día no era adecuado para correr, Cal no era de los que se rendía fácilmente por lo que apretó el paso y corrió más fuerte haciendo que sus pulmones ardieran al igual que los músculos de sus piernas.

Para cuando llegó al antiguo edificio en donde se encontraba su apartamento, estaba sintiéndose demasiado cansado. Y su cansanció solo aumento un poco más cuando vio a aquella figura recostada a un costado de su puerta. Ella llevaba un mullido abrigo oscuro y un gorro de lana gris que cubría toda su cabeza pero que no hacia nada por contener su abundante cabello rizado.

- Ugh - ella arrugó la nariz apartándose de la pared y dándole una mirada de reproche - ¿Acaso quieres contraer una pulmonía? porque es lo que obtendrás al salir a la calle con este clima.

- Tampoco es para tanto, Stella - se acercó hacia la puerta y la abrió. Por supuesto que  ella no esperó invitación y lo siguió dentro. No lo pensó dos veces antes de ir hacia el termostato y ponerlo casi por encima de la mitad. Mierda, eso sería un horno en un par de minutos.

Querido Santa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora