01. Raro Normal

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-¡Todo esto es tu culpa!-

Joel se encontraba confundido, debía perdido el rastro de Erick y ahora que lo tenía en frente y, lo primero que le dijo fue eso.

Todo esto es tu culpa.

¿Algo de eso tenía sentido?

En cualquier otra ocasión lo hubiera ignorado ya que conocía la extraña personalidad que Erick tenía, pero ahora era diferente.

Ahora Erick se encontraba al borde de una crisis nerviosa, se veía perturbado, molesto pero sobre todo perdido.

-Sientate- Joel lo llevó hacia una de los sofás de la sala y sentó a Erick ahí -Mamá tardará en venir asi que cuentame ¿Dónde rayos estabas ayer?-

-Debí quedarme y ayudar a tu mamá y no... No- Erick gruñó molesto.

-¿Como sabias de mi cita con Chris? ¿Estabas espiandome?-

-Ya deja de hacer preguntas- se quejó el ojiverde rodando los ojos -Solo yo puedo hacerlo-

-Erick- Joel soltó un suspiro, nunca había visto tan diferente a su amigo -¿Qué fue lo que te pasó ayer?-

Uno, dos, tres, cuatro, cinco...

Erick siguió contando para no perder la paciencia, sin embargo aunque se pusiera en un transe le era imposible callar.

-¡Fue culpa de Christopher!- Erick cayó rendido en sofá viendo el techo -Ayer quiso que le ayudara y despues me dejo...-

-¿¡Te dejó solo!?-

-¿Eh? Sí, me dejó solo y hasta muy tarde, tuve que volver pidiendo un taxi ya que se olvidó de nues... de mi existencia- Se mordió el labio inseguro, era la verdad, al menos una parte.

-Voy a llamarlo ahora...-

-¡No!- Erick lo detuvo con el pánico asomándose por su voz, sabía que si lo hacia probablemente se enteraría de su parcial mentira.

-Pero si él...-

-Si yo no hubiera aceptado ayudarlo no hubiera pasado nada, pero lo hice porque eres mi mejor amigo y quiero verte feliz-

-¿Entonces no estuviste espiandonos?- le preguntó curioso y vio que Erick negaba -¿No sabes del beso...?-

-¡No quiero saber nada de besos!- Erick le interrumpió de manera intempestiva, levantándose del sofa -Me da asco de solo pensar en uno- Joel vio como desaparecía hacia la cocina.

Definitivamente algo andaba mal con Erick y él lo averiguaría.

Erick volvió luego de unos minutos con un vaso de limonada, entonces Joel no pudo evitar reir.

Si algo bueno traía conocer tantos años a Erick era que habia aprendido sus habitos, sus manías e incluso algunos comportamientos que le eran extraños pero que terminaban por delatarlo.

Podía reconocer claramente al pequeño niño Erick que se sentaba en silencio en la sala mientras tomaba limonada intentando que nadie descubriera que había roto una ventana.

Ahora si la certeza de que Erick ocultaba algo.

-Erick- le llamó y vio como el ojiverde se encogía en su lugar -¿Estas seguro que eso fue todo lo que paso ayer?-

-Si- Erick esboso una sonrisa trantando de parecer relajado -Que tenga una limonada ahora no significa nada, solo que no hay nada mas en la cocina-

Joel hizo una mueca y aunque no estaba seguro no podía hacer nada mas que creerle, pensaba que se estaba volviendo paranoico debido a Christopher.

12 Deseos || Virgato || TerminadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora