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Blair.
Cuando escuché que la puerta se cerró, salí de mi escondite intentando no estallar a carcajadas o lanzarle algo a Jaden. El nombrado me miró alzando una ceja divertido antes de estallar a carcajadas tomándose el estómago.
—Tiene un flechazo por ti..— imite la voz de mi suegra haciendo una nueva avergonzado. Si se notaba que Jaden me traía de babosa.
Nos reímos un rato más juntos hasta que recordé lo que él hablaba con su mamá; Universidad, significa Jaden va a irse.
—¿Cómo que entraste a la universidad y no me dijiste, Hossler? — pregunté sentandome en la punta a de la cama.
—Me dieron una beca deportiva..— murmuró aclarando su garganta mirando hacia cualquier lugar menos a mí.
—Eso es maravilloso, Jaden.
—No es para tanto — suspiré viendo cómo revolvía su cabello, su estado de estar riendo a carcajadas paso a estar desanimado. Sabía el porque..
—Claro que lo es, Jaden, no todos los días en una universidad — le sonreí acercándome a tomar sus manos dejando un suave beso en ellas.— ¿En cuál te aceptaron?
—Harvard..
—¡Oh por dios! — susurré emocionada, tome su mentón e hice que me mirara.— felicidades, bebé.
— Gracias, pero no es oficial si iré o no, Blair — mordió su labio inferior mirando nuestras manos comenzando a repartir suaves caricias.
El se irá, significa que debe dejarme para irse.
—Jaden...— susurré negando.— debes aceptar, es una gran oportunidad.
—No lo sé, pero por ahora no quiero que digas ni una sola palabra sobre esto, nadie debe enterarse.. — me miró sonríen de lado tomando sus mejillas dejando un pequeño beso suave sobre mis labios.— ahora quiero disfrutar de mi novia, mi hermosa novia.
Solté una suave risa al sentarme sobre su regazo, disfrutando de sus besos y caricias. Estuvimos un buen rato solo abrazados mirándonos, hasta que recordé que Anthony estaba esperándome para estudiar Química.
Mierda.
—Jaden..— susurré en un casi gemido cuando mordió mi cuello.— tengo que irme..— acaricie su cabello mirando la hora, son las 4:57 p.m se supone que tengo que estar con él a las 5pm.
Luego de varias quejas de parte del castaño diciendo que debería quedarme más, accedió a dejarme ir.
—Anthony, me espera — reí mirándolo fijamente al ver su puchero.—
—Por suerte tengo tu salida preparada — sonrió mostrando sus dientes tomo mi mano llevándome hacia su balcón.
Fruncí mis cejas confundida viendo el pequeño trampolín. Diosito rezo para no irme al infierno.
—¿Estás bromeando? — alce una ceja mirando hacia abajo mirando la piscina.
—No, al menos que quieras salir y explicarle a Anthony que hacías en mi habitación..— sonrió tiernamente, desgraciado.
—Diablos, bien — susurré rendida no quedaba otra, subí sobre el barandal del balcón sintiendo la pesada mirada de mi novio. Lo mire sobre mi hombro y sonrió aún más esperando a que salte de una vez.
Tuve que dar varios saltos sobre el pequeño trampolín antes de cerrar mis ojos y sentir el impacto del agua en todo mi cuerpo, salí a la superficie soltando una risita.
