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Blair.
—Lo siento, Blair— murmuró mirándome de reojo.— ¿Crees que quería enamorarme de la hermana de mi mejor amigo?
Voltee hacia el asombrada, okey eso no lo esperaba, menos de el. Regrese mi vista hacia la carretera apoyando la cabeza sobre la ventana.
—Este no es el camino a casa, Jaden— murmuró mirándolo unos segundos.
—Necesito mostrarte algo, Blair.
(•••)
Llegamos exactamente a las letras de Hollywood. Caminamos y nos sentamos enfrente de ellas apreciando la vista, solté un suspiro tapando mi cara, mi cabeza no podía parar de pensar en eso eres una más de sus conquistas.
—Dime cuántas te besaste, aquí— lo miré, el soltó un suspiro dejando caer la cabeza hacia atrás.
—No traje a nadie aquí— lo miré confusa arrugando mis cejas.— hasta ahora— no pude evitar soltar una risa sarcástica, claro.
—Oh, enserio eres muy bueno, suena genial cuando lo dices, ¿Lo sabías?— sonreí sin gracia.— eres un idiota— negué con la cabeza devolviendo la vista hacia la cuidad.— no cambiaste nada, dime, que diferencia hay entre lo que ocurrió...
—La diferencia eres tú, Blair— interrumpió.
—Estas loco— susurró negando con la cabeza sintiendo el calor pasar por sus mejillas.
—Estoy loco por ti, Blair— me miro mis mejillas se calentaron y desvíe la mirada.
Si tiene talento, mi subconsciente me decía: sal de allí, corre. Pero mi corazón quería agarrarlo a besos.
–Okey— murmuré arrugando mi nariz.— te diré cómo sera esto, reglas— el alzo una ceja cruzandose de brazos.— número uno, no más peleas.
—Entendido.
—Numero dos, no vas a decirme que hacer— arrugó sus cejas dejando salir un bufido asintiendo.
—Y número tres, si hacemos esto, nadie puede enterarse y menos Anthony— le di una mirada cansada, tenía miedo si Anthony se enteraba, estaríamos muertos.— hasta que encontremos la forma de decírselo.
—Eres sexy cuando te pones así de mandona ¿sabes?— sonrió juguetón tomando mi mano, no pude evitar reír ante la semejante estupidez que había dicho.
—Hablo en serio, Jaden— susurré apoyando la cabeza sobre su hombro, no quería arruinar la amistad que tenían, mi hermano y Jaden, lo ví crecer juntos.
—Tambien hablo en serio— rió tomando mi cadera, me senté sobre su regazo sonriendo.— te ves muy sexy.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo— cerro nuestra promesa en un beso, un beso lleno de sentimientos, no pude evitar sonreír. Esto es el paraíso.
Aquel beso aumento, deslizo sus brazos alrededor de mi cintura acercándose más a mi. Se alejó soltando un pequeño suspiro apoyándose sobre mi frente.
—No lo haremos si no quieres, no te obligaré— lo miré fijamente, si quería hacerlo con el, estaba más que segura. Pase mis manos por su pecho descubierto, y desabroché los botones de su camisa que quedaban, dándole a entender que en verdad quería esto. El sonrió y me volvió a besar, las prendas iban desapareciendo, aquella noche paso lo que debía pasar.
