Capítulo 10

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— Padre —. Piper había estado viendo televisión en la sala, un romance, que le hizo sentir extraña. Sola. estaba inmersa en ella pensando como sería tener a alguien, si era buena para eso o no, porque aparentemente estaba sola. Como sería pasar por la situación que pasaba, con alguien a su lado, que le ayudara a recordar.

Estaba tan concentrada, que no oía que su madre le estaba hablando, cuando levantó la vista su madre le dijo que su padre había llegado y quería hablar con ella. A piper se le hizo nudo el estómago, la noche anterior ya no lo había visto, y no había subido nadie a verla a su habitación. Les agradecía eso, necesitaba estar sola. Sólo había oído voces, y reconoció que eran sus padres discutiendo, se sintió un poco culpable por eso. Sólo un poco.

Respiró hondo y se dirigió hacia donde su madre le indicó que se encontraba su padre.

— Papá.

— ¿Ah?

— Me sueles decir papá, no padre —. Piper había salido al patio trasero, a una estancia que tenían ahí, su padre estaba de espaldas y fumando, hasta ahora no lo había visto hacer eso. Se sorprendió por la aclaración, pensó que le daba igual, aunque el tono de voz que estaba usando no era tan suave como creía que sería.

— Oh yo, lo siento —. No sabía que decir, él era el que quería hablar, no ella así que esperaría. Se tardó unos segundos y tomó asiento en un sillón que estaba cerca, había otro justo al lado de él y Piper pensó en sentarse pero por alguna razón el hombre la intimidaba. Así que no lo haría si el no se lo pedía, y no lo hizo.

Tomó una calada más del cigarro y expulsó el humo antes de hablar.

— ¿Sabes porque te digo que no debes andar ahí? —. Piper no movió un pelo y no dijo nada tampoco.— No puedes confiar en ti, ¿confías en ti?

— Ah yo... — No entendía bien, supuso que el contexto era obviamente su condición.

— Sabes que las personas... —. Hizo un gesto refiriendse a las personas de los alrededores, Piper lo siguió con los ojos.— Saben o se imaginan lo que te pasa, tratamos de ser discretos, se le dijo a algunas amistades pero la gente es chismosa y nada tonta. No dudo que muchos lo sepan ya.

Piper estaba algo avergonzada, su padre hablaba de lo que le pasaba como si fuera algo malo. Y ella lo sentía así, pero no pensó que sus padres también estuvieran preocupados por el que dirán.

— No entiendo —. Si entendía pero en realidad no sobre el hecho de que alguien quisiera acerle daño.

— No recuerdas, tu memoria no esta bien —. Soltó una risita irónica, que irritó a Piper.— Cualquiera podría aprovecharse de ti, contarte una historia que ciegamente creerías, envolverte, no puedes ir por ahí queriendo conocer gente, o hacer amigos, no sabes con quien vas a toparte, si vas a exponerte o no ¿entiendes?

— Creo que sí —. Entendía su punto pero quería decirle otras cuantas cosas más. Cómo que no era tan estúpida...

— Bien, pues por eso te pediré que no seas tonta, y pienses en lo que te dije.

¿A qué venía eso? si no había hecho nada y parecia mas un regaño que un sermón. sólo asintió con la cabeza, a lo que el respondió con un bien, y después un silencio incómodo. Hasta que Piper lo rompió.

— Lo tendré en cuenta, pero lo que te dije ayer sigue en pie, saldré de aquí cuando quiera y no voy a pedir permiso, se exactamente cuales son mis limitaciones como mencionas, pero tambien se que es lo que necesito. Así que....

— Ten cuidado Piper—. A Piper se le enchino la piel, porque no creyó para empezar que pudiera decir todo aquello, y porque en la voz de su padre sonaba más una advertencia, del tipo no me retes. Era obvio que seguía molesto, y probablemente más tras la rebeldía de Piper, pero no le importó.

Asintió y se retiró.

En el corazón se perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora