Capítulo 29

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Alguien tocó la puerta y Piper sintió un hueco en el pecho, volteó y aparto su teléfono a modo de defensa. Se puso alerta cuando la puerta empezó a abrirse, pero era solo su madre.

- ¿Cariño puedo pasar? -. Piper se relajo un poco pero no dejo de estar tensa, asintió y su madre se adentro. Tenía los ojos hinchados también, y se veía más cansada de lo normal.- ¿Estás bien?

Piper la vio con ojos de lanzallamas. ¿Cómo preguntaba eso?

- ¿Crees acaso que estoy bien? -. Piper no se preocupó por el tono de voz ni por el volumen que usó.- Todo esto es una mierxa total y... Y ¿Tu crees que puedo estar bien??

- Piper... Cálmate -. Su madre parecía que iba a echarse a llorar otra vez. Piper se obligó a calmarse porque no quería lidiar para colmo con el llanto de su madre.- Se que no está bien, pero quería...

- Lo odio sabes -. Dijo Piper sin pensarlo. Con una expresión dura. Y sin importarle lo que pensara su madre.

- Piper no digas eso -. La voz de su madre no sonaba ni enojada, ni firme. Piper se dió cuenta por su mirada que ella también sentía algo parecido. Estaba resiganada. Esa mujer estaba resiganada.- Estás enojada por lo de ayer pero ...

- No mamá -. La interrumpió.- Lo siento, recuerdo este sentimiento, no sé cómo, como un presagio, solo lo sé, y solo lo he sentido cuando estoy cerca de él. Ayer solo me ayudó a confirmar que efectivamente, yo nunca lo he querido más de lo que lo odio.

Su madre la veía a los ojos buscando algo más. Piper supo qué entendía, entendió que decía la verdad, lo veía en los ojos de su madre, porque parecía que ella también lo sentía así.

- Entonces también me odias a mi.

Era extraño, Piper no sentía lo mismo con ella. Pero no sabía exactamente que era lo que sentía. Una especie de desesperación, coraje, y compasión. Piper solo atinó a negar con la cabeza.

- Piper... Se que no has tenido mejora pero se que la tendrás y.... -. Su voz se estaba empezando a quebrar.

- Quiero irme de casa -. Soltó de repente Piper, los ojos le ardían, no quería llorar, pero eso sentía, se sentía miserable. Su madre abrió la boca y los ojos atónita.- Cuando mejore, quiero decir.

- Siempre has querido eso -. Piper se sorprendió de oír aquello. ¿Por qué jamás lo había hecho entonces? ¿Y por que motivo quería irse? ¿Sería el mismo que tenía en esos momentos? ¿Su padre?

- Pero Entonces porque yo no ... -. Su madre empezó a llorar, Piper se le contrajo el corazón. Su madre estaba sufriendo, tal vez no debió decir aquello, para su madre todo aquello también era difícil.- Mamá tranquila.

Por primera vez desde que había regresado del hospital, se acercó y la abrazo, su madre le correspondió y la abrazo fuerte.

Una vez que se tranquilizó, volvió a hablar.

- Solo quiero que estés bien, vas a mejorar Piper -. Le sostuvo la mano fuerte a Piper mientras hacia aquella afirmación, quién no pudo evitar que se le salieran unas lágrimas.- Sólo quiero que tengas paciencia, que me prometas que no intentarás irte otra vez, no hasta que mejores, no hasta que sepa que estarás bien.

Piper estaba muy confundida , entendía a su madre, pero no entendía porque le decía aquello específicamente, entendía sobre su condición, debía esperar, pero tampoco estaba planeando una fuga. Todo era muy confuso, sentía que le faltaba información. Le faltaban sus recuerdos.

Dudaba que ese "otra vez" que pronunció, se refiriera al día anterior cuando salió de la casa sin permiso. Su madre se estaba refiriendo a irse de la casa.

Tal vez si pudiera recordar las cosas que le mencionaba su madre, sobre querer irse de casa, sobre intentar irse "otra vez", entendería mejor.

Asíntio y su madre se relajo. Como quiera no tenía oensando hacer nada por el momento, no podía, se sentía incapaz e incompleta. Así que muy a su pesar... Seguia estando acorralada.

En el corazón se perteneceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora