El chico nuevo.

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Hola mi nombre es Lee Donghae soy originario de un pueblo llamado Mokpo, es un pueblo muy pequeño, en realidad es mi lugar favorito en el mundo y si por mi fuera jamás me hubiera ido de ese lugar sin embargo tuve que hacerlo, mi padre consiguió un mejor puesto en su trabajo pero a cambio debía de mudarse a Seul la gran ciudad, estuvo unos meses yendo y viniendo pero mi madre no estaba feliz con eso así que después de una larga charla decidieron que lo mejor es que mi madre y yo también nos mudáramos y así tuve que dejar mi hogar, mis lugares favoritos y a mis mejores amigos Henry y Amber.

-No llores Hae en vacaciones iré a visitarte- me dijo Henry abrazándome.

-Si bobo no dejaremos de ser amigos ni te olvidaremos solo por que este lejos y tus padres dijeron que no será por siempre y que puedes venir cuando quieras- ambos me abrazaron.

-Listo hijo- dijo mi mama llamándome desde el carro.

-Los voy a extrañar mucho-

-Nosotros también bobo- corrí hacia el auto por que si caminaba despacio me arrepentiría y el rogaría a mi mama que me dejara con ellos y no era justo mis padres había hecho un esfuerzo por comprar una casita en Seúl sin tener que vender esta casa ya que yo le había rogado que no le vendieran cuando subí al auto me puse el cinturón de seguridad y mi madre tomo mi mano.

-Solo será un tiempo Hae-

-Lo se mama, pero entiéndeme este es el único hogar que conozco-

-Ya veras que Seúl también te gustara y harás nuevos amigos-

-No quiero otros amigos-

-Obviamente ellos siempre serán los mejores amigos te conocen desde que estaban en pañales pero debes de darle oportunidad a mas personas también eres un niño encantador-

-Eso espero por que dicen que en Seúl son muy homofóbicos, al menos aquí nadie tenia problema con lo que soy-

-Hae es la ciudad nadie te vera mal por eso y ahí encontraras amigos que te entiendan perfectamente y sabes que puedes venir cada que quieras, los fines de semana y ellos pueden ir también a la casa-

-Si mama lo se y gracias por eso- pronto salimos de Mokpo cerré los ojos y suspire seria un largo camino y ni que decir del primer día de colegio seria agotador. Ese día llego rápidamente mi padre me dejo en la puerta del colegio al menos ahí podría olvidarme de todo lo que me faltaba por hacer para que mi recamara quedara tal cual la quería faltaba pintarla, acomodar mis repisas mi computadora, si tan solo mis amigos pudieran ayudarme, entre al colegio y todos me miraban raro tal vez por que traía una coleta ya que con el cabello largo y en temporada de calor me gustaba usarla camine por un buen rato y no logre encontrar los números de locker que me indicaban en el correo de inscripción menos mal que había llegado temprano iba caminando leyendo y re leyendo el correo cuando choque con alguien- lo siento mucho, perdón-

-No te preocupes yo iba distraído- alce la mirada y vi un chico de cabello castaño con lentes y un montón de libros en regados, lo ayude a levantarlos.

-De verdad lo siento, estaba distraído tratando de encontrar mi locker-

-¿Eres nuevo?-

-Si, y la verdad estoy perdido-

-¿Cual es el numero de tu locker?-

-Doscientos treinta-

-Esta cerca del mío, vamos – empezó a caminar y yo fui detrás de el- entonces por el numero de tu locker debes de ser de segundo igual que yo-

-Si soy de segundo-

-Que bien entonces tendremos unas clases juntos-

-Eso espero-

LAS ESTRELLAS TU Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora