Han pasado 50 años, desde que los humanos, hanyou y youkai se enfrentaron a Todoroki, el antiguo lord del Sur, quien revivió a Inu No Taisho y lo controló para llevar acabo sus planes.
En la batalla final, donde minutos antes de que muriera Todoroki, y por ende, dejará de tener el control sobre Inu No Taisho, obligó a que el peli-plata mayor asesinara a la joven Rin. Sin embargo, no contaba con que después Inu-No daría su vida por regresarsela a la castaña.
Incluso gracias a eso, tanto Rin como Kagome han conseguido vivir muchos años más, así como sus parejas.
Actualmente Inuyasha y Kagome tienen 4 hijos, los mayores que aparentan 10 y 9 años son: Reiji y Enju, mientras que los otros 2 son: Hiroshi que aparenta 4 años y por último la pequeña Aiko, la cual cuenta con apenas 6 meses.
Por otro lado, Sesshomaru y Rin tienen 4 hijos, los gemelos que aparentan 10 años: Inu No Taisho y Subaru, una niña con apariencia de 8 años llamada Natsumi, y por último otra pequeña de nombre Nozomi, aparentando 5 años. Lo que diferencia a Inu-No de Subaru, es que el primero tiene su cabello plateado con unos cuantos cabellos castaños, mientras que Subaru tiene el cabello castaño y con unos mechones plateados.
Constantemente ambas parejas se visitan, ya sea que Inuyasha, Kagome y sus hijos vayan al palacio, o que Sesshomaru y Rin con sus hijos vayan a la aldea, aunque claro, se debe especialmente a los niños y a las 2 mamás.
Cada que van a la aldea, Rin no duda en ir a visitar la tumba de Kaede, sin embargo, con los años se aumentaron 2 tumbas más, pertenecientes a Miroku y Sango, a las cuales por igual y sin falta les ponen flores. Les dolió demasiado sus muertes, habían encontrado una forma para que al igual que Rin y Kagome, ellos fueran capaces de vivir un poco más, pero se negaron y aceptaron su destino como humanos.
Todas las regiones se encuentran en paz. En el Norte continúa Kain como lord, junto con su esposa e hijas, las cuales tienen a sus respectivas parejas.
En el Este, Ban sigue siendo el lord, junto con su adorada esposa Elaine; su hija mayor, Maylene, no vive en el palacio con la familia que formó, pero continúa estando en algún lugar del Este. Mientras que los otros hijos del lord, Hotaru y Arthur, siguen a su lado, la primera se casó con Shippo hace 2 años, al igual que Arthur con Hiyori.
Por último, en la región del Sur, de la cual se hace cargo Sagi junto con su hermana Toki; anteriores soldados de Sesshomaru, que tras derrotar al antiguo lord, Todoroki, ellos tomaron el cargo. Cada quien tiene a su respectiva pareja, pero aún no planean tener hijos.
Los encargados de las 4 regiones se ven con frecuencia, ya sea simplemente de visita o reuniones que realizan para hablar sobre sus tierras.
Todos los seres, humanos, hanyou y youkai aprendieron a convivir entre ellos. Han sido muy pocos los conflictos que suceden a comparación de hace 51 años, el lord de cada región se encarga de los pocos conflictos que llegan a pasar. Todos quieren continuar viviendo con tranquilidad, por eso mismo y entre otras cosas es que a veces tanto Sesshomaru, Ban, Kain y Sagi se distanciaban un poco de sus respectivas familias, ya no era como en los primeros años que pasaban hasta el día entero con sus hijos.
Desafortunadamente, como en muchos casos, hay una o 2 personas que no se encuentren conformes con lo que sucede, son los únicos que quedaron de la familia Hitomi.
Todas las desgracias en esa familia comenzaron con aquel ser llamado Naraku. Todos los que vivían en el castillo se fueron a un lugar más seguro, que el terrateniente Nagasaki Hitomi encontró días atrás, planeaban irse todos juntos, sin embargo, Nagasaki no lo permitió, quería que se fueran y comenzarán en aquel lugar con su vida, les prometió que cuando su hijo mejorará, los alcanzarían. Por lo que todos fueron para tratar de arreglar y construir en el que sería su nuevo hogar.
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The End?
FanfictionA pesar de lo que contaba Kagome, nadie se pudo haber imaginado que sucederían las cosas de esa manera. Por eso es que no hay existencia alguna de ellos en la época de la que viene Kagome. Si tan sólo lo hubieran sabido desde el principio, las cosas...