Durante los siguientes días se estuvieron preparando para la llegada de Nawaki.
Al ser un youkai, las heridas de Ban sanaron rápidamente, así que los ayuda en todo lo posible para la pelea que se acerca.
En esos momentos los mellizos tienen ciertos problemas, porque Inu-No continuó haciendo dudar a sus hermanas menores sobre el cariño que según él, no les tiene el peli-plata mayor con las cosas que dice, lo cual a Subaru le molesta de sobremanera, pero como siempre, trata todo el tiempo de no perder la calma y golpearlo.
Los menores no entienden muy bien lo que sucede, ni mucho menos por qué mataron a Jaken y al soldado que le tenía aprecio Subaru, en un principio se preguntaban la razón por la cual su padre no revivia a ambos con colmillo sagrado, aunque Inu-No fue el único que fue ante Sesshomaru para recriminarle eso, recordaba perfectamente cuando Jaken y Rin les contaron que Sesshomaru hace mucho tiempo los revivió.
Poco después entendieron la razón, el peli-plata al estar molesto por todo lo que pasa y sucederá, le respondió cortante que no lo puede volver a hacer, y esa misma tarde, Rin les dijo que desafortunadamente esa espada sólo es capaz de revivir una vez a alguien.
Sesshomaru es consciente de que no estaba bien que ignorara mucho a Inu-No, porque de los 4 y para su desgracia, tiene una actitud bastante similar a la de Inuyasha, pero siempre lo va a querer, después de todo es su hijo, aún si el menor lo llega a odiar por completo.
Por la forma en que ha sido toda su vida, nunca considero que fueran necesarias las palabras para demostrar su afecto, sólo bastaba demostrarlo con hechos, pero tal parece que sus acciones no eran suficientes para Inu-No, y posiblemente en un futuro tampoco para alguna de sus hijas. A pesar de eso, ahora únicamente se quiere enfocar en llevarlos a un lugar seguro.
En esos días a los niños no se les permitió salir del palacio, la verdad no los querían preocupar. Planean llevarlos al lugar más seguro que se les ocurrió y cuando termine todo, regresar al palacio y continuar con su vida normal y tranquila, ajenos a lo que pasó.
Los menores se sorprendieron un día que vieron a Ban, quien por igual no reveló nada. Aún así les enseño la nueva técnica que mejoró junto a Shippo, por cualquier cosa que pudiera suceder. El lord del Este sabe que no sólo los zorros la podrían utilizar, sino todos los demás youkai e incluso hanyou.
Una tarde partieron 2 soldados a la aldea de Inuyasha para ponerlo al tanto y que estuviera preparado.
Casi al anochecer, Sesshomaru y Gilthunder regresan al palacio, terminaron de hablar en algunas aldeas. Ban les comentó que los humanos que demostraban inconformidad ante lo que hace Nawaki, también eran asesinados, así que preferían que al igual que el humano que ayudó a Ban, se mostrarán del lado de Nawaki, no tienen tiempo para defender a los humanos.
Esas aldeas, en el transcurso del día se lo informaron a los demás, pero todos los humanos tomaron la decisión de interferir en casos sumamente necesarios, como tratar de proteger a los pequeños hanyou y youkai, porque definitivamente a Nawaki y a sus extensiones no les importaba que edad tuvieran, los mataría de todos modos.
Ban, Rin, Irasue y los niños permanecen en el campo de entrenamiento, las 2 mujeres adultas hablan sobre unas cosas. Jamás hubo algún inconveniente entre ellas, pero increíblemente con el paso de los años, la relación de la castaña y su suegra fue mejorando mucho más.
Por otro lado, Ban entrena a los niños, intentarian una vez más la técnica, después de eso podrían hacer lo que quisieran, al anochecer irían con Rin e Irasue a su castillo.
Justo cuando el lord del Este les dijo que terminó el entrenamiento, se percató de cierto olor que lo hizo preocuparse, y al parecer Irasue notó el ligero cambio de comportamiento y expresión de Ban.
ESTÁS LEYENDO
The End?
FanfictionA pesar de lo que contaba Kagome, nadie se pudo haber imaginado que sucederían las cosas de esa manera. Por eso es que no hay existencia alguna de ellos en la época de la que viene Kagome. Si tan sólo lo hubieran sabido desde el principio, las cosas...