《Existe un campo de rosas... todas ellas son de color blanco...
Una pequeña mariposa llegó a ese campo esparciendo su Néctar de colores...
los capullos se abrieron y sus pétalos estaban manchados de sangre y dolor.
La pequeña mariposa abandonó el c...
Corriendo con fervor, ese día en particular el de cabellera semi-rizada tenía una alegría desbordante.
—¡Kayano-San!— abriendo la puerta de golpe asustó a la mayor provocando que se tomara el pecho y mirara al niño con una mueca de enfado
—¿¡Qué?!— dijo molesta
—L..Lo siento— murmuró nervioso mientras una ligera risa salía de sus labios...
—uf... solo dime ¿por qué tu intento de asesinarme...? —preguntó de manera cruda y sarcástica provocando que el menor inflara sus mejillas ligeramente molesto
—Como sea...—murmuró apartando la mirada asombrado a la mayor con esa actitud tan estoica en su expresión al supirar— ¡En fin, voy a ser hermano! —exclamó sonriente
—oh... felicidades...— sonrió la mujer de forma enternecida al ver la emoción del niño que no dejaba de preguntarle ¿Como podía saber si era niño o niña?
—Que cree Kayano-San,¿Seré un buen hermano mayor?— preguntó mientras caminaban con dirección al bosque
—¡Claro! Ya eres un buen estudiante...—murmuró la mujer pellizcando la mejilla de el más bajo mientras su rostro se acercaba al suyo
—¡Ayg! ¡No haga eso! ¡Y-y deje de acercarse sin avisar así!— reprochó el pequeño causando una carcajada de la mas alta
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—¡¿Que haces?! ¡¡Deja de jugar y toma las hojas!! — gritó la mujer agitando un poco el árbol
—¡¡E-Esto es demasiado!! ¡Soy un niño no una ardilla! ¡N-No puedo escalar árboles como si fuera parte de mi naturaleza!— se quejó mientras se aferraba a la rama del árbol
—¡Eres un hombre no deberías temerle a nada! —exclamó con ojos en blanco y fruncidos su maestra agitando molesta el árbol
—¡¡¡E-Eso es un imagen muy cerrada de los hombres en general!!! ¡No todos somos valientes y musculosos! — gritó el niño aferrandose con fuerza a la rama — ¡¡Además!! ¿¡Por qué debo escalar en primer lugar?!— se quejó mirando con ojos en blanco a su maestra
—Uf...— suspirando mientras acariciaba con irritación su cien miró al niño— Algunos ingredientes estarán fuera de alcanse... por eso debemos estar listos para conseguirlos... ¡Ahora baja de ahí ya con esas hojas! — gritó la mujer señalando el suelo
—...
—...
—uhm....
—No puedes bajar ¿verdad?...—murmuró la mujer con ojos en blanco
—n..no...—murmuró avergonzado el niño que se aferraba al árbol
—uf... espera iré por ti...— murmuró suspirando de manera pesada
