Néctar De Colores ||KnY x Oc||

🦋Capítulo 22🦋

《Sonrisa eterna》

—Ara~ muchas gracias por la comida Oba-san...— sonrió de forma tranquila el joven mientras se despedía de la anciana a quién ayudo la noche de ayer

—Cuídate mucho muchacho...— sonrió la anciana mientras lo veía alejarse.

El sol finalmente estaba en su mejor punto, arropando con su calor la presencia del joven semi-azabache que iba a trote por el camino, le quedaban dos días y dos noches para llegar a la selección final

Pasando por pequeños arrollos y disfrutando la basta flora silvestre de algunos bosques que estaban de camino, el Kocho se encontraba sentado bajo un árbol tomando un ligero descanso mientras bebía agua

—¿Yasushi?— una voz sorprendida lo hizo girar su cabeza hacia el llamado

—¿Eh?— sus ojos se encontraron con las orbes grises del castaño amigo suyo —¿¡Shinja?!— la emoción en sus palabras era palpable, no era para menos se había reencontrado con un viejo amigo

—Entonces... ¿tus hermanos no quisieron abandonar la villa?— preguntó el oji violeta observando a su amigo

—No...—murmuró mordiendo aquel durazno —Pero no iba a quedarme, así que escapé.—explicó limpiandose los labios con el antebrazo

—Escapaste...—murmuró el mayor preocupado

—¿uhm?—el castaño miró si expresión preocupada—¡a-ah! ¡pero no te preocupes! Luego me crucé con un abuelo que necesitaba ayuda con sus cosechas. Le pedí asilo a cambió de ayudarlo... y la verdad... ¡vivo feliz ahora, jeje!— sonrió el chico calmando un poco al más alto

—Ya veo...—murmuró sonriente

—Y...¿Cómo has estado? ¿cómo están tus hermanas? ¿vas algún otro lado?—su lluvia de preguntas te hizo reír, después de todo el siempre era así

—No haz cambiado nada Shinja-kun...—sonrió el Kocho provocándole un sonrojo al contrario que golpeó su brazo

—Idiota...—susurró —...¿Sabes? Me alegra verte bien...—murmuró sonriendo levemente el castaño al ver el perfil calmado y sonriente del contrario

—También me alegra ver que estás bien...—murmuró para levantarse —Ya debo irme...cuídate Shinja-kun. —sonríendo acarició la cabeza del castaño y comenzó nuevamente su camino

—¡Yasushi! ¡¿volveremos a vernos?!— preguntó en gritos al verlo alejarse

—¡Mientras ambos vivamos, siempre podremos vernos! —exclamó agitando su mano en despedida el Kocho adentrándose en el bosque próximo