《Existe un campo de rosas... todas ellas son de color blanco...
Una pequeña mariposa llegó a ese campo esparciendo su Néctar de colores...
los capullos se abrieron y sus pétalos estaban manchados de sangre y dolor.
La pequeña mariposa abandonó el c...
Un nuevo pueblo, más grande que el anterior. La casa que sus padres habían conseguido con el dinero que lograron obtener del duro trabajo de ambos les era suficiente para los cuatro
—Es bonita...— murmuró el de orbes violetas
Al dar un paso en aquel lugar el suelo de tatami dió un rechinido que lo hizo fruncir un poco su expresión, miró su alrededor
Era espaciosa, una sala amplía y varías habitaciones... sus ojos viajaban por todas partes analizando el lugar, mientras sus padre organizaban todas su pertenencias...
—Yasushi, ¿Puedes traer la cesta que esta afuera?— preguntó su madre desde la cocina
—Voy...—murmuró caminando hacia la salida
En la entrada, a su ahora nueva residencia, tomó la cesta escuchando unos murmullos a la distancia. Risillas para nada disimuladas que podía oír claramente
—¿Son los nuevos vecinos?— una voz femenina algo aguda habló
—Escuché que vinieron aquí por tener un pasado turbulento en su anterior pueblo...—murmuró otra voz más madura
—Oh mi...
—Escuché que son personas horribles...—murmuró otra de la chicas
Una leve ira se apoderó de su sistema, suspiró para alzar la vista y mirar hacia el grupo de mujeres que no le habían visto claramente aún
—Oh...¡Ohayo!— exclamó sonriente
Las féminas se sobresaltaron al ver la encantadora cara del más joven, esa sonrisa ligera les hizo sonrojar cuando sus brillantes orbes violetas brillaron con las luz del día
—Tengan un lindo día ~— canturreó despidiéndose en un ademán
Entrando finalmente a su nueva casa dejó la cesta en la cocina junto a su mamá y tomó rumbo a la salida al jardín, encontrándose con su linda hermanita de un año recogiendo las flores del lugar mientras su padre limpiaba todo
—Hey Kanae...—murmuró llamando la atención de la menor
—¡Agiki! ¡Agiki!— la niña alzó sus brazos esperando ser cargada por su hermano mayor
Con una sonrisa cargó a su hermana, apreciando como esta usaba las flores para adornar su cabello. La pequeña al terminar su trabajo beso la frente de su hermano para reírse
Como si intentará decirle a su hermano con esa simple acción "Sonríe por favor, no estés triste." Esas leves acciones de una pequeña inocente que derretía el corazón de su hermano
—Kanae, te quiero mucho...—murmuró este dándole un cálido abrazo a la menor
—¡Gajaja!— simples acciones demostraban grandes significados
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
