《Existe un campo de rosas... todas ellas son de color blanco...
Una pequeña mariposa llegó a ese campo esparciendo su Néctar de colores...
los capullos se abrieron y sus pétalos estaban manchados de sangre y dolor.
La pequeña mariposa abandonó el c...
El choque de la espada que no solo se partió aún mas si no que permaneció clavada entre los dientes feroces de ese demonio que había olido el rastro de sangre del Kocho movía la mandíbula con fuerza intentando llegar al mayor.
-La noche parece eterna aveces...-murmuró mientras su ritmo cardíaco y su respiración se reducían a simples sinfonías armoníosas como el mismo soplar del viento entre las hojas de los árboles
Una gran explosión de flores de durazno apareció luego de intentar la 4ta postura del aliento de las flores, y fue oportunidad suficiente para el mayor en huir de ahí realmente no entendía como podía existir tal criatura como los demonios, siempre pensó que solo eran fantasías de la gente a lo largo del tiempo
Soltó un leve suspiro al sentir el aroma de las glicinias a la distancia, los demonios ya no le seguían había finalmente llegado al final de la prueba, el trote rápido fue disminuyendo hasta símplemente caminar con lentitud. Logró divisar a las dos albinas del principio de la prueba sentadas esperando a por él... el último sobreviviente en llegar de la prueba
-¡Trae a los Kakushi!-pidió una de las niñas mientras la otra le ayudaba a sentarme en los escalones de piedra al ver su perdida de sangre
-Ara~Ara~- canturreó con relajo-No es necesario, aun estoy consiente. Estaré bien-sonrió con un aura que comenzaba a hacerse característica de él
Ambas jóvenes se miraron entre sí, pero al ver la calma del mayor decidieron asentir y dejarlo estar. Claro esta, los Kakushi no iban a ser tan blandos y lo trataron a pesar de sus contrastes insistencias en que lo dejarán y que estaba bien.
-Oh...está amaneciendo...-murmuró con una sonrisa
Los tenues rayos de la mañana despojada y despedían ligeramente a las estrellas con el tiempo, los arreboles* en las nubes y sus rayos cálidos del sol en plena mañana ¿hace cuánto no veía una amanecer tan tranquilo y bello?
-¿Hace cuánto dejé de sentir que aún estoy vivo?-murmuró con sutileza y calma como si al hablar en voz alta podría llegar a romper un pequeño espejo de frágil cristal... que para él, era en ese momento su frágil corazón
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-¡Ahk!- el golpe seco de las rodillas de la menor golpeando el suelo fue algo doloroso de oír
-¡Shinobu-- -su hermana mayor intentó acercarse
-¡N-No!- pero esta extendió su mano a ella para detenerla -¡Aun puedo! S...si puedo...-murmuró al borde de las lágrimas por el dolor de empuñar tanto una espada
Kanae se había esforzado día y noche con la guía de Gyomei para pulir su arte con la espada y perfeccionar el aliento de la flores...pero ese no era el problema, ni que su hermano había durado mas de lo normal en la prueba o esa amarga sensación de dilación en su pecho, sentía que era la única que se quedaba atrás de sus hermanos ella ni siquiera podía sostener bien una espada promedió por su tamaño
