Capítulo 11

2.5K 149 14
                                    

Podrías ir más lento por favor—le pido

—¿Porque?¿Tienes miedo Henderson?

—Si demasiado, reduce la velocidad—vuelvo a pedirle

—Lo haré pero antes dime que me amas

—Te amo, venga hazlo—suplico esta vez

—Ahora dame un fuerte abrazo—ordena, y sin dudarlo lo hago—Reduciré la velocidad si te pones mi casco

—¿Que?—pregunto sorprendida

—Venus...—susurró mi nombre, dándome a entender que le hiciera caso

Y eso hice, sin saber que segundos después aparecería un coche de la nada chocando contra nosotros...

Y de golpe me despierto sin poder respirar, causando que empiece a toser sin parar. Asustada intento coger el vaso de agua de mi mesita pero otro ataque de tos se hace presente tirando el vaso al suelo.

La garganta se me desgarra cada vez más. Arrancarme las cuerdas vocales me hubiera dolido menos.

—Eh!Eh!Eh!—grita Alec entrando rápidamente en mi habitación para después ponerse de rodillas delante mío intentado que me tranquilice—Ya está venga...Respira

Decido hacer lo que me dice, consiguiendo así que mi ataque de tos disminuya. Siento como si mis pulmones estuvieran siendo pinchados causando que me cueste respirar, pero intento calmarme.

—Iré a por agua...No te muevas—informa

No puedo ni responderle porque mi mente ahora mismo es un jodido caos. Sabía que si me dormía otra vez tendría esa maldita pesadilla que siempre se repite una y otra vez sin detenerse.

Unos minutos después, aparece Alec con un vaso de agua y mis medicamentos, pero lo ignoro otra vez fijando mi vista en una esquina de la pared

—Henderson tienes que...

—No me llames Henderson—lo corto secamente, volviendo mi mirada hacia él para después coger el vaso y tragarme las pastillas

—¿Estas bien?—pregunta amablemente ignorando mi tono

—Perfectamente

—¿Segu

—Si—vuelvo a cortarle

—Bien...intenta descansar...

Por más que lo intente, me es imposible. Las imágenes se reproducen repetidamente.
Es como si estuviera reviviendo el accidente sin parar. Viendo como Eros me pidió que le dijera que le amaba, que le abrazara y que sobretodo me pusiera el casco porque sabía perfectamente que los frenos de la moto no funcionaban, lo que causó que a la hora de tener el accidente yo estuviera protegida y saliera casi indefensa, al contrario de él.

Si yo tan solo no hubiera aceptado ese casco, él seguiría con vida.

Todo es mi jodida culpa...

****

Estuve toda la noche estirada en mi cama mirando el techo, intentando no dormirme. Y así fue. Aunque la verdad no me costó mucho. Esa pesadilla me ha quitado el sueño para toda una eternidad.

Estaba tan sumergida en mis pensamientos que ni siquiera vi que de repente amaneció y los pájaros empezaron a cantar, pero ahí seguía, en medio de mi habitación sin nada que hacer. Tranquila, relajada, sin perder el control.

AdicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora