Kaguto, con determinación, lleva a cabo su plan para presionar a Terano y Yumi. El ambiente se carga de tensión y miedo.
Kaguto: Hola, Terano. ¿Ya estás considerando mi oferta? ¿O prefieres que te la repita? Kirari vive y el resto también. Así de simple, así de amable.
Terano, entre nerviosismo y resentimiento, acepta a regañadientes la propuesta.
Terano: Lo he pensado mucho. Aceptamos tu demanda. Será en el comedor después de clases. Pero eso sí, quiero que sufra mucho esa despreciable perra pálida.
Kaguto, sin titubear, sujeta a Yumi por el cuello mientras fija su mirada intimidante en Terano.
Kaguto: Una cosa más, traicionarme y ambas estarán muertas. ¿Entendieron?
Ambas mujeres, con caras de terror, ven en sus frentes una amenaza clara y contundente. La atmósfera se tensa aún más cuando un disparo retumba en la habitación, dejando una imagen espeluznante en forma de una rosa sangrienta. Yumi, abrumada por el horror, vomita, mientras que Terano queda en estado de shock.
Kaguto se da cuenta de que para llevar a cabo su plan necesita una mayor potencia de fuego, por lo que se comunica con el personaje X para solicitar algo con más potencia. La tensión y el suspense siguen en aumento.
(Unos días antes)
Personaje X: Hola, Kaguto. Es un placer verte en persona. Espero que esto satisfaga tus necesidades.
El personaje X saca del maletín un revólver monstruoso, una creación de un armero completamente fuera de serie.
Kaguto: Esto es emocionante.
Personaje X: A este monstruo lo llaman Magnum Havel. Está hecho de una aleación de transbordador espacial, pesa cinco kilogramos y tiene 3.30 centímetros de longitud. Tiene un tambor rotatorio con 6 potentes tiros. Solo un loco usaría un arma como esta. En lugar de las balas de tu 7.92x33 mm kurz, hemos decidido emplear una munición especial.
Kaguto: ¿El casco?
Personaje X: De carburo de tungsteno, de excelente calidad.
Kaguto: ¿Y la munición?
Personaje X: .458 SOCOM.
Kaguto: ¿Con un sistema de reductor de fogonazo, expulsor automático de cartuchos y empuñadura de polímero reforzado?
Personaje X: Todo está integrado en el arma.
Kaguto: Es una máquina de poder.
Personaje X: Para lo que vas a necesitar, me pareció idónea para ti. Por fin accedieron. Solo era cuestión de presionar en los puntos clave.
Kaguto: Dudo de ella, pero al final, si no cumple, sabrá lo que les espera a ella y a su hermana.
Pasaron cinco horas, todos se habían ido, pero por precaución, decide llamar a guardaespaldas armados hasta los dientes. Kirari está atada a una silla, envuelta en una sábana, y Terano y Yumi están al frente, visiblemente asustadas.
Kaguto: ¿Qué pasa, Terano? Creí que teníamos confianza.
Terano: No puedo confiar en ti, pero un trato es un trato.
Al fin podrá cumplimentar su venganza. Los agravios que le hicieron serán pagados y su familia será vengada... o no.
Kaguto: Un momento...
Pero su desilusión fue aún mayor, así como su ira.
El comedor estaba sumido en el caos y la balacera mientras Kaguto se movía con agilidad, esquivando las balas y respondiendo con precisión letal. Las balas de sus revólveres resonaban en el aire, dejando un rastro de caos y muerte a su paso.
Kaguto: ¡TE LO ADVERTÍ, puta lisada!
Terano: ¡Mátenlo, mátenlo ya maldita sea!
La situación era un pandemonio total. Kaguto recargaba sus revólveres con las balas que encontraba en el suelo, sin perder el ritmo de la batalla. No mostraba piedad ni misericordia.
Terano y Yumi aprovecharon el caos para escapar, pero la silla de ruedas de Terano se detuvo bruscamente, dejándola desesperada. Buscó a Yumi por todos lados, pero no la encontró. La situación empeoró cuando Kaguto arrojó el cadáver de un guardaespaldas a Terano, derribándola de la silla.
Terano: ¡Por favor, no me maten! ¿No puedes compadecerte de una minusválida?
Kaguto: Yo te lo dije. Espero que te guste el fuego.
Kaguto tomó una granada de napalm, un par de extintores y una cinta. Ató a Terano a la silla de ruedas, inmovilizándola por completo, y utilizó los extintores como propulsores para alejarse. Acto seguido, activó la granada.
La explosión envolvió a Terano en llamas. La academia quedó sumida en una atmósfera espesa y tóxica mientras los gritos desesperados de Terano se extinguían en medio del caos. Finalmente, la granada estalló en mil pedazos, dejando una escena dantesca.
Kaguto caminó hacia el basurero, arrojando su abrigo destrozado y luego se desplomó en el suelo, exhausto y con la mirada perdida.
Kaguto: ¿Por qué me pasa esto? ¿Por qué? Yo no quería nada de esto. Con cada muerte siento que el infierno reclama mi alma. Al final, no podré estar a tu lado.
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kakeguri: los ultimos dias del clan momobami
Fanfictionla historia central se remonta muchos antes de la llegada de la caudilla blanca la academia era un anarquía total y un guerrero y sus azotadores instauran el orden sin embargo el orden durara poco cuando la reina encontró a la causante de su desgr...