(A modo de epílogo)
Un año después
Lan XiChen descendió del taxi y cruzó la calle para entrar en el establecimiento. Al ver a la mujer detrás del buró de recepción, sonrió ampliamente, yendo directo a ella.
La mujer alzó el rostro y al descubrir al hombre, sonrió también, lo cual resaltó sus agraciadas facciones. El cabello muy corto rejuvenecía su rostro.
—Señor Lan, un placer tenerle por aquí. La señorita Wen le aguarda.
—El placer siempre es mío, señora Meng Shi. Cada día luce usted más joven.
—Señor, creí que los Lan tenían una larga tradición familiar de nunca mentir. ¿O es que Lan Qiren me ha estado engañando todos estos meses? — inquirió la mujer con expresión sorprendida, lo que delató la enorme semejanza entre ella y su hijo.
El abogado soltó una carcajada, divertido.
—No, señora, mi tío no mentiría ni aunque su vida dependiera de ello. Por cierto, me ha dicho que usted nos acompañará a cenar esta noche.
—Bueno, a-Yao ha planeado una noche especial para su novio y preferiría no estar cerca cuando celebren su aniversario.
—Oh sí, el aniversario. MingJue-xiong ha estado como loco buscando el regalo correcto.
—Podría simplemente haberse puesto un gran lazo rojo en... la cintura. Sin nada más. Mi hijo lo apreciaría.
Lan XiChen enrojeció mientras reía a carcajadas.
Su risa atrajo a Wen Ning, quien estaba en la parte de atrás. Al ver a Lan XiChen, el joven enrojeció hasta las orejas.
—La-Lan-gongzi, no-no sabía que había... llegado. Mi hermana... ella est-tá...
—Buenas tardes, Wen Ning. Ya estoy entrando: solo me ponía al día con la señora Meng Shi.
Hizo una corta reverencia ante la mujer y atravesó el vestíbulo, siguiendo a Wen Ning, que se dio vuelta para acompañarle a la oficina de Wen Qing.
Después de lo ocurrido con Meng Yao y la participación de los hermanos en su rescate por parte de Nie MingJue, Wen Xu había despedido a ambos de Delicatessen. Fue la única venganza que pudo tomar, ya que su padre se negó a escuchar nada del asunto. Wen RuoHan no se detuvo en decirle a su hijo que era su culpa por no haber sido capaz de retener a su amante por sí mismo; sino que se aseguró de que Wen Qing recibiera un préstamo para iniciar un nuevo negocio, esta vez de su propiedad. A sugerencia de Meng Yao y del mismo Wen RuoHan, la muchacha había contratado los servicios de Hermanos Lan como sus abogados.
Hoy era ocasión de la reunión mensual de Wen Qing con su abogado y en los últimos meses, Lan XiChen había decidido encargarse personalmente de esta cuenta de su bufete.
—¿Cómo va todo, Wen Ning? —inquirió Lan XiChen mientras recorrían al pasillo —. Wei Ying me contó que piensas empezar un posgrado en contabilidad.
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Delicatessen
FanfictionNie MingJue es cliente habitual del Club Delicatessen. Una noche descubre un camarero demasiado lindo para ser real. Y con los jeans más ajustados que pudiera imaginar. Antes de darse cuenta, solo vuelve por él. Yao es un camarero, no uno de los 'a...