3. Envuelto para llevar

987 173 24
                                    

—Y... ¿de qué va eso del 'debut'?

Nie MingJue dejó caer la pregunta mientras tomaba cortos sorbos de su whisky.

Wen Ning llenó dos vasos de cerveza y los tendió a un cliente antes de acercarse de nuevo al sitio que ocupaba el empresario en la barra.

La noche anterior Nie MingJue había sabido del mismo Meng Yao que ese día sería su 'debut'. Habiendo arribado al club más temprano que de costumbre, MingJue eligió sentarse a la barra antes que permanecer en una mesa y ser blanco de los intentos de acercamiento de algunos anfitriones. Ya en ocasiones anteriores, varios chicos – y hasta algún que otro cliente – había tratado de atraer la atención de quien era reconocido como uno de los solteros mejor posicionados del país. Aunque Delicatessen era más conocido entre los hombres gays que buscaban deleite para la vista y un ambiente tranquilo en que conocer a otros con intereses similares, también era visitado por mujeres que conocían la calidad de los servicios ofrecidos por el club. Nie MingJue se había encontrado con mujeres que pretendían invitarle bebidas, con hombres que le invitaban a sus mesas... y con anfitriones que le susurraban la posibilidad de un baile privado. Aunque ahora Nie MingJue sabía que las relaciones entre empleados y clientes estaban prohibidas por el propietario del local, era de suponer que más de uno encontrara la forma de burla esa prohibición. O tal vez simplemente esperaban que valiera la pena correr el riesgo a cambio de la posibilidad de conseguir un amante rico. Por desgracia para todos esos aspirantes, Nie MingJue solo seguía yendo a Delicatessen por una razón.

Esa misma tarde, Nie MingJue se había mirado al espejo mientras se peinaba antes de salir a cenar con los Jiang y al darse cuenta de que otra vez había elegido un traje nuevo cuando planeaba acudir al club, se regañó interiormente por comportarse como un adolescente. ¡Meng Yao era un camarero, por dios! ¡A partir de esa noche sacudiría las caderas y el trasero para cualquiera que pagara por su compañía! La sola idea le retorció el estómago y pintó puntos rojos delante de sus ojos. ¡Mierda! ¿Cómo había pasado de disfrutar de la visión de un trasero firme y redondeado en los jeans más estrechos que jamás salieran de una fábrica a... esto? ¿A creerse con derechos sobre la vida del muchacho? ¿A querer tener derechos sobre el muchacho?

Vació el vaso de un golpe y le indicó a Wen Ning que lo llenara de nuevo. El joven asintió y buscó la botella.

—El debut es –comenzó a explicar mientras servía un generoso trago al hombre mayor —, el debut es la primera pre-presentación de un chico como-como anfitrión. Ya que... ya que se supone que deben saber bailar y servir de-de buena compañía es como... bueno, bailan. Ellos bailan de-delante de todos.

—¿Meng Yao va a hacer un striptease? —inquirió Nie MingJue, dejando sobre la mesa el vaso que se llevaba a los labios.

Wen Ning se mordió el labio inferior, pestañeando varias veces.

—No lo sé. Algunos lo han hecho. Depende... depende de lo que la producción artística decida que será más... atrayente.

—¿Producción artística? — frunció el ceño el otro.

—Wang LingJiao — respondió el cantinero, indicando con un gesto la segunda planta que se ubicaba por encima del salón principal del local.

Nie MingJue siguió la dirección de su gesto y vio una plataforma rodeada de una balaustrada de metal dorado. El espacio estaba sumido en una semipenumbra rojiza; pero era posible percibir varias mesas ocupadas por algunas personas. La única forma de acceder era una escalera cuya parte inferior estaba limitada por un cordón rojo y dorado.

—¿La zona VIP?

—La señorita Wang es... amiga de mi primo Wen Chao y es... la productora artística del club a... petición de él. Es ella quien organiza los debuts de los anfitriones.

DelicatessenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora