DiavoloXReader

~Lo deseo~

Mi vida ya estaba en riesgo, evidentemente esto era una situación de temer. Lo veía en sus ojos, él tenía el deseo de matarme o hacerme daño. Nunca antes había visto el peligro cara a cara pero, con tan sólo ver esos escalofriantes ojos verdes supe que estaba enfrente del mal. Pero, más temerosa estaba por mi misma. Si, estaba aterrada y al mismo tiempo lo deseaba. Deseaba más de ese hombre.

Pero con culpabilidad trataba de escapar de mis propios instintos y fingi que no lo sentía. Entonces reaccione de la manera en que una persona cuerda, como yo debería ser, lo haría.

-Yo... No sé por qué me tiene aquí pero le aseguró que...

-¿por qué hablas? Quién te ha dado aquí el permiso de hablar- él hablaba con calma y tranquilidad, y eso lo hacía más aterrador.

-Por favor...- las lágrimas comenzaron a brotar de mi.

Entonces él sonrió ante mi y me avento de nuevo. Se paró y arrastró el cadáver del otro hombre al hueco hecho en el suelo del sótano y ahí lo arrojó.

"¿Qué hará él conmigo?... ¿Qué fue toda esa conversación con ese hombre a quien mato?"

-sabes algo- decia después de haber arrojado el cuerpo por ese hoyo- fue difícil para mi  poder comprender quién era yo en realidad. Sin embargo, cuando supe quien era yo no iba a dejar que alguien más se entrará- pasaba la punta de su dedo índice por el filo del cuchillo que sostenía.

- No fue... No fue mi intención haber llegado hasta aquí, Sólo entre a ese callejón porque creí que alguien necesitaba ayuda...

-¿No entiendes lo quiero decir?-y él se acercaba a mi lentamente de nuevo con ese cuchillo- Cualquiera que sepa el más pequeño fragmento sobre mi naturaleza...no tiene derecho a vivir.

De nuevo se arrojó a mi pero ya no de una forma tan brusca. Aún así me avento y yo caí recargada sobre el colchón. Yo lo sabía, sus palabras me lo anunciaron. Él me mataría, pero aunque no tuviera oportunidad ante un hombre tan fornido como él, aún así lucharía.

-¡No! ¡por favor para¡- de nuevo traté de luchar pero él controlo mis brazos.

Se abrió pasó dentre mis piernas y se colocó justo enmedio de mi. Con sus dos manos hizo a un lado mis manos y las presionó sobre el colchón. Y poso su cara con la mía.

Pero yo cerré mis ojos con fuerza y movía mi cabeza hacia otro lado. Sentía su respiración chocar con mi cara.

-¿Quieres que paré?- me decía susurrante.

- Por favor... Se lo suplico... haré lo que sea pero... No quiero morir.

Entonces sentí más cerca su respiración, pegando más con mis labios.

-Lo que sea ¿eh? Entonces... mirame.

Tal vez era inocencia de mi parte o mero acto de supervivencia. Pero entendí que mi vida justo en este momento iba a depender de obedecer a este hombre.

Abrí los ojos y me volví a topar con esa mirada llena de profundidad; una profunda oscuridad.

Y él me miró, divertido ante mi llanto y al mismo tiempo concentrado. Dejó de aplicar presión sobre mis manos. Debía ser mi momento de seguir luchando pero viendo como él acercaba sus labios hacía a mi, no me engañe a mi misma. Yo sabía lo que se venía y con un culposo impulso deseoso, deje que pasará.

Él pego sus labios a los míos y se sentía bien, culposamente bien. Él utilizaba su lengua con gallardía y sin descuidos.

Era un beso demasiado fuerte para mi y apenas tenía cordura para responder con caricias o algo así. Sólo permanecía con los brazos estirados aunque él ya no hiciera presión sobre ellos y, más sin embargo, con sus manos tomaba mi cara y se aferraba a ella con sus labios y lengua.