A todos nos devora el tiempo

Capítulo 12: Los combates

 Pasaron dos días para poder terminar la eliminatoria, había cerca de 10.000 guerreros dispuestos al combate. Teníamos todo a nuestro favor, el factor sorpresa entre todo ello. Marchamos rumbo al castillo. Los pícaros salían antes que el resto, ellos debían ser más veloces e informar de la situación del lugar, y lo tenían fácil gracias al mapa que yo misma facilité, cada salida secreta, pasadizos, etc.

 Nana, Emilio y yo íbamos en la cabeza del ejército, dirigiendo. Llegamos en dos semanas y nos hospedamos en el pueblo para planear la estrategia, la posición de los guardias la teníamos observada, cuando y como se movían, hasta el último detalle.

 Mientras esperábamos yo decidí ir a cabalgar con Pegaso, a los prados donde paseé con él por primera vez. Y ahí estaba Miguel.

- ¡Migueel! ¡Holaaaa!- Le dije mientras cabalgaba hacia él. - ¿Qué tal las cosas mientras no he estado?- Le pregunté frenando justo delante de él.

- ¡ESPERANZAA! ¡Fatal! ¡Esto ha sido un infierno! A casi nadie del pueblo llega a fin de mes. Todos los negocios se están yendo a pique.

Me desmonté de Pegaso y me acerqué a él.

-¿Enserio?

- Sí, hay gente muriendo de hambre en las calles. - Dijo Miguel.

- Pues tranquilo he venido aquí a recuperar lo que es mío y a echarla a ella de aquí. - Le dije con valentía mientras me aproximaba a él.

- ¿Cómo lo vas a hacer si tú sola no puedes?- Preguntó él preocupado.

- Los campesinos y mi ejercito me ayudarán. - Dije yo muy segura de mi misma.

- ¿Los campesinos? ¿Cómo vas a conseguir que ellos se unan a tí?

- Muy sencillo, tú los vas a reunir en tu posada con mucha cautela y allí hablaremos sobre el tema.

- ¿A qué hora?

- Al caer la noche, iremos Nana y yo allí, el resto quedarán acampados en su posición actual.