Capitulo 15: Agradecimientos y campanadas

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Ya había terminado aquel calvario, la mayoría de la gente que atendieron los alquimistas estaba bien, aunque inevitablemente murió gente.

Vuelvo a vivir con Nana en mi castillo, pero cuando llegué ocurrieron un par de cambios.

Miguel recibió una subvención para su posada, para arreglos, remodelaciones, etc..., encuanto Antonio y Carmen se combirtieron en el herrero y la cocinera real y mientras ellos trabajaban Nana cuibada de su pequeña, a los campesinos se les fue asignado unos impuestos de el 5%, el ejército que me acompañó se convirtió en el ejército real y por último y no menos importate Emilio se quedó también en el castillo como maestro de armas y más importante aún, mi marido.

Han pasado 2 años desde que recuperé mi lugar y ese sitio en tan poco tiempo cambió muchísimo había más flora y fauna y siempre había viajeros visitando el poblado, que ya casi tenía la extensión de una cuidadela.

Y por último os tengo que confesar algo, estoy embarazada. Pero tranquilos ya he avisado a Emilio que si fallezco no se case con una arpía y Nana le vigilará.

Han pasado otros tantos meses y ya casi salgo de cuentas. Esta noche estabamos al lado de la chimenea Nana y yo conversando y de repente fue como si algo no fuera bien.Estaba de parto, Nana me asistió como enfermera y tras horas de dolor lo había conseguido tanto mi bebé como yo estábamos vivos. Nana lo envolvió en sábanas, me miró a los ojos mientas una lágrima le recorría la cara y me dijo con alegría y emoción: - Es una niña.

La puso en mis brazos la miré y dije:

- Se llamará Ángeles, porque parece caída del cielo.

- Has dicho casi las mismas palabras que tu madre, estaría muy orgullosa de tí  y de todo lo que has hecho. - Dijo Nana mientras nos abrazaba a las dos.

                      ... Fin...

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⏰ Última actualización: Jan 12, 2015 ⏰

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