Todos los integrantes estaban preparándose para recibir la llegada del nuevo año, entre estos también se encontraban nuestros héroes.Habían decidido ir en parejas pues así sería más fácil y seguro por si algún contratiempo, es decir, por si algún bicho apareciese.
La mayoría ya había llegado a la mansión de Vegetta a excepción de dos personas.
No muy lejos de donde se celebraría el año nuevo. Se encontraba un chico en traje, bastante arreglado y guapo, esperando en la puerta a su acompañante.
Auron iba a tocar a la puerta cuando esta se abrió, dejando a la vista a un hermoso muchacho con esmoquin negro y corbata azul. A sus ojos, Luzu se veía precioso.
—Hola, Auron —Dijo con su característica voz y sonrisa
—H-hola Luzu —También sonrió— Eh... por cierto, te ves bien.
—Gracias, tu también te ves guapo Auron —Los dos estaban sonrojados
—En un minutos empezarán la campanadas, es mejor que ya nos vayamos —El mayor cerró la puerta— Yo... te traje algo, espero te guste —Mostro un pequeño ramo de flores azules y rojas
—Oh... —Tomó el ramo y lo acercó a su rostro, olían bien— Son hermosas, muchas gracias —le dio un beso en su mejilla
—No es nada —Rió nervioso y ruborizado
Luzu, igual de rojo, solo le regalo una sonrisa.
Ambos empezaron a caminar en dirección a la isla, iban en absoluto silencio, un silencio cómodo.
Al llegar, saludaron a sus amigos y se dirigieron juntos con los demás a la terraza de la bonita casa.
Todos conversaban, disfrutando del buen ambiente y de las hermosas vistas que se obtenía desde allí.
Auron veía al mayor, este se veía tan lindo y feliz hablando con Willy y Vegetta. Le gustaba mucho aquel chico pero no era capaz de decírselo, no quería ser rechazado.
—¿Cuando se lo dirás? —Preguntó rubius
—Es que... no estoy listo —Suspiró viendo al castaño
—Yo también tenía miedo —Comentó el de orbes avellanas viendo hacia los tres chicos, específicamente a uno— Pero ahora —Sonrió con un brillo intenso en sus ojos— soy bastante feliz, no me arrepiento nada, de atreverme a dar el primer paso
El contrario solo volvió a ver a mirar hacia el castaño. Rubius quizá tenía razón y debía confesarselo.
Se acercó hacia Luzu, tosió falsamente para que el grupito de amigos lo notara.
El mayor sonrió al verlo.—¡Hey! —Hablo el castaño
—¡Hey! —Devolvió el menor— Luzu, yo... me preguntaba si podíamos hablar... a solas
—Oh, claro —Los dos se dirigieron al exterior de la casa, subieron a la parte superior de la paredes de la fortaleza— Y bien, de que querías hablar Auron
—Bueno... y-yo, es que tú —Tartamudeaba de los nervios— gustas mucho
Luzu rió tiernamente— Auron, Auron espera un momento que no te entiendo
—Lo siento —Respiró profundamente— Lo que trataba de decir es que... —Suspiró nervioso, el contrario se veía tan tranquilo— Me gustas. Me gustas mucho
El mayor abrió los ojos sorprendido, sus mejillas se acaloraron igual que el de las del orbes oscuros. Se acercó al menor, rompiendo la poca distancia que tenían.
Ambos se acercaron, con sus corazones tan acelerados como sus respiraciones, fueron tan solo unos segundos lo que pasaron para terminar de juntar sus labios en un suave y dulce beso.
La falta de aire, fue lo único capaz de separarlos, juntaron sus narices y se miraron fijamente a los ojos, sonrieron.
—Tú también me gustas —Confesó el mayor en un susurro, volvieron a besarse.
Se besaban con intensidad y cariño, demostrando lo que sentían por el otro. Estaban tan abstraidos del mundo Real que no se dieron cuenta que ya era año nuevo.
A su alrededor solo se podía ver los fuegos artificiales, era un momento sin duda mágico e inolvidable.
Se separaron con la respiración agitada, vieron el cielo lleno de colores.
—Feliz Año Nuevo Luzu —Abrazo al mayor por la cintura
—Feliz Año Nuevo Auron —Acomodo su cabeza en el hombro del menor, disfrutando del momento
Estaban felices pues el sentimiento que sentían por el otro era mutuo. Ellos se amaban y el tiempo solo se ocuparía de confirmarlo.
Mientras tanto, en la parte superior de la casa donde se encontraban los demás, una pareja veía la escena con una gran sonrisa.
—Sé que tú tuviste que ver con algo —Dijo el de orbes moradas, abrazando a su pareja
—Quizá —El menor rió bajo— Necesitaban un empujoncito y yo se los di
—Ay mi niño —Le dio un beso en su mejilla— Por eso te amo
Esa noche había sido grandiosa y todos concordaban en eso ya sea por distintos motivos, lo había sido. El 2020 solo prometía traer mejores cosas, especialmente para aquellos dos chicos.
• The End •
Espero que hayan disfrutado de este capitulo atemporal que no afecta ni cambia la historia.
Les deseo lo mejor y que el 2020 sea uno de los mejores años, que cumplan sus metas y se atrevan hacer cosas nuevas . Sin más que añadir,
¡Feliz Año Nuevo Lovers! Z4.