Luzu había despertado temprano aquella mañana, se sentía muy nervioso por lo que sucedería dentro de unas horas. Si es que pasaba.Decidió hacer un par de cosas antes de ir donde el azabache, esperaba que este aceptará su invitación.
Desde ayer, su mente estaba llena de inseguridades. Pensaba en los pro y contras que había en confesarse.
Sacudió su cabeza tratando de despejar su mente. Suspiró al ver la hora, ya era mediodía y aún no tenía idea de que iba hacer para la noche.
Decidió almorzar antes de ir a la casa de el de orbes oscuros. Según él eso ojos eran los más hermosos y brillantes que había visto, en realidad todo él lo era.
Cuando termino de comer, se dirigió a paso tranquilo al hogar de Auron.
Toco la puerta y espero un momento, extrañamente el menor se demoró en abrir.
Luzu se sorprendió al ver el estado del contrario. Tenía grandes ojeras, su cabello está desordenado y aún seguía con pijama. Parecía que recién se despertaba y no se equivocaba.
—¿Auron? —El castaño estaba preocupado— ¿Estas bien?
El nombrado bostezo antes de contestar— Si, solo no dormí muy bien anoche
—Oh... —Se veía tierno el azabache— Siento despertarte
—Nah, que va hombre —Frederick se acercó a la puerta y se puso a lado de Luzu, este lo tomó en brazos— Ya era hora de que me levantara
Luzu le sonrió, mientras acariciaba a la mascota del pelinegro. Este solo vio la escena conmovido.
—¿Quieres pasar? —Pregunto el menor al darse cuenta de que seguían en la entrada
—Gracias, pero no —Rechazo amablemente— Yo... vino a pedirte algo...
—Claro, lo que necesites pidemelo —Sonrió— Sobre todo si es diamante
El de orbes marrones rió leve— no, no vengo a pedirte materiales o algo así, es más como una petición
—Oh, bueno dime —El azabache vio la actitud un poco nerviosa del contrario
—Bueno, es que mira —Se sonrojo— Hice algo especial y quería que vinieses conmigo, solos los dos— dijo atropelladamente, el menor extrañamente entendió todo a la primera
—¿Vas a invitarme a salir? —La voz de Auron sonó bastante emocionada— ...¿No deberías invitar al que te gusta? —La emoción tal como vino, se fue
Luzu quería pegarse un tiro hay mismo— Yo... quiero que vengas tu, pero si no quieres-
El pelinegro le interrumpió rápidamente — Si quiero, digo, realmente no es como si tuviera mucho que hacer
El castaño sonrió aliviado con sus mejillas tintadas de rosa— Entonces nos vemos a las ocho, te enviaré la ubicación
—Claro, ahi estaré —Dijo tomando en brazos a su mascota, luzu se lo había dado
—Bueno, nos vemos en la noche —Luzu le sonrió mientras se despidió con la mano y se retiraba del lugar
—Si, nos vemos —Dijo alto para que el mayor lo escuchase
Después de eso, decidió entrar a su casa para distraerse hasta que sea la hora del encuentro. Pero antes de hacerlo, contemplo por un momento el cielo, el cual estaba nublado y oscuro.
Extraño para ser las tres de la tarde pero no le tomo mucha importancia y sin más ingreso a su búnker-hogar.
Ambos estaban ansiosos por lo que podría pasar esa noche, no veían la hora de encontrarse ya y pasar junto al otro lo que quedase de ella.
Lastima que eso realmente nunca sucedería...