Cap.10

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Llegaron al aeropuerto de Londres. ____ había fingido gran parte del trayecto que dormía porque la verdad, no tenia muchas ganas de hablar teniendo en cuenta que no tenía nada que decirle, esperaba que no se hubiera dado cuenta. Recogieron sus maletas en silencio y se dirigieron a la entrada donde Elliot llamó a un taxi. Con un gesto grácil el chico metió su maleta en el maletero y cuando iba a meter la suya ____ lo detuvo.

-No, espera- dijo agarrándole de la muñeca- no la metas, no voy a montar en el taxi.

-¿Qué? ¿Por qué no?- dijo Elliot frunciendo el ceño confuso.

-No voy a ir a casa aún, iré a dar una vuelta.

-¿Quieres que te ac...?

-No, no- le interrumpió- quiero ir sola.

-¿____ estás bien?

-Sí...

-Si es por lo que ha pasado... no quiero que estés mal por mi culpa, entiendes por que te dije aquello ¿no?

-Sí... pero ahora necesito estar sola, ya te llamaré- Elliot la trajo hasta su cuerpo y la abrazó fuertemente fundiendo su cara entre su pelo.

-Lo siento, te quiero ____.

-Adiós, ya hablaremos- la idea de responder con un "te quiero" pasó por su mente pero luego se retractó ya que pensaba que la había dejado precisamente por eso, porque ella no le quería, así que no le pareció lo más oportuno.

Elliot le dio un beso en la frente y montó en el taxi. ____ se despidió con la mano mientras el vehículo se alejaba y cuando este dobló una esquina y desapareció de su vista recogió su maleta y la fue arrastrando hacia otro taxi que estaba parado en la acera. El taxista la ayudó a subir la maleta y tras cerrar el maletero se montaron en el taxi, ____ en el asiento de atrás.

-¿A dónde la llevo señorita?

-Al puente Bridge por favor.

-Está bien, allá vamos.

Pocas semanas tras su llegada a Londres la hablaron de un puente que se encontraba no muy lejos del aeropuerto a 15 kilómetros, para ser exactos, ese puente llevaba en pie varios siglos y su constructor, al no tener un nombre que darle colocó un cartel a la entrada de este en el que ponía bridge, la gente de los alrededores comenzó a referirse a él como El Bridge y así se quedó, el puente Bridge. Esto cautivó la atención de ____ quien fue en su busca. Las expectativas de ____ se quedaron cortas, era un gran puente de piedra del que no llegaba a verse el final, a ambos lados 10 metros de altura separaban al río de la piedras de puente lo que haría estremecerse a cualquiera que se asomara, algo que era complicado ya que sus paredes eran muy altas para evitar que la gente pudiera caer por él. Desde el primer día que ____ pisó aquel puente y quedó maravillada por la tranquilidad de su alrededor, cada vez que necesitaba pensar o desconectar, que a decir verdad habían sido muchas veces las que lo había necesitado, acudía a aquel lugar al que se dirigía en ese momento.

Cuando llegó pagó al taxista quien ayudó a ____ bajar su equipaje antes de montar y desaparecer.

____ arrastró la maleta oyendo como las ruedas causaban un monótono ruido al golpear con las irregulares piedras del puente hasta un banco hecho del mismo material. Aparcó allí su maleta y se sentó en él viendo de frente como la pared del lado opuesto se levantaba y la separaba de un paisaje verde con el ruido del agua corriendo en el fondo y recordó aquella vez en la que la idea de asomarse y dejarse llevar hasta caer en el agua del río apareció por su mente y se sintió estúpida de inmediato.

Había ido tantas veces a ese sitio que le daba la impresión de que cada roca le daba la bienvenida de nuevo como una vieja amiga, como era costumbre había muy poca gente por la zona, un pareja joven caminaba de la mano y una vez les pasó de largo bufó sintiendo un repentino asco por la gente enamorada.

Cuando las luces se apagan...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora