Parte tres: El secreto de la coneja

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Eran al rededor de las cuatro de la tarde.

Un conejo arlequín conversaba junto con un oso hormiguero. Este ultimo escuchaba atentamente sobre los intentos frustrados que el conejo tenia con una coneja enana que según el se estaba haciendo la difícil. 

—...Y ayer intente volver a arreglar un encuentro y me volvió a decir que estaba ocupada con sabe que mierda de su club de jardinería... ¡Y lleva así todo el jodido mes! —Dijo el conejo exaltándose— Desde hace un puto mes no he podido verla. Y tal vez esto te suene normal en una chica, pero te parecería bastante raro si la conocieras. Antes solo bastaba un mensaje: "Oye Haru, ¿Nos vemos esta noche donde siempre?" y ella decía que si, y cuando menos lo pensaba ya nos estábamos revolcando como locos. 

—¿Y no crees que... simplemente ya no te quiere ver?. —Argumentó el oso hormiguero con un poco de timidez.—

—Al principio pensé eso, pero resulta que le ha estado dando largas a cierto amigo que también se la estaba tirando. Lo mismo con un amigo de el. 

—Tal vez simplemente ya no quiere tener sexo casual o... se consiguió un novio.

—Lo primero es una posibilidad. Digo, tanta golferia es probable que canse a cualquiera. —El conejo hizo una pausa para reírse.— Y sobre lo segundo, ¡Si, cómo no! ¿Quien quisiera andar con una facilona como ella? —hizo énfasis en la palabra "facilona" para que sonara de forma despectiva.— A menos que se pusiera con ese lobo con el que la he visto, pero me parece ridículo y hasta imposible.

—¿Un lobo?. —Preguntó el oso hormiguero con curiosidad.—

—Si, un lobo. He visto a Haru en varias ocasiones conversando y caminando al lado de... de un lobo gris. —Esto ultimo lo dijo con algo de miedo y bajando un poco la voz.—

—¿Y crees que tenga algo con el?

—Nah, probablemente el tipo sea un miembro de su club o algo así. Pero si se me hace raro que, muy casualmente justo después de haberla visto con ese tipo fue cuando empezó a mandar a volar a todos sus amigos con derecho.

—Pues quien sabe... ¡Ah mira, hablando de lobos! ¡LEGOSHI, AQUÍ!.

El oso hormiguero se levantó haciendo un ademan con la mano para decirle a Legoshi, quien casualmente iba pasando por allí, que se acercara. Inmediatamente el lobo reconoció la voz del chico y este se acercó hacia el. Como la atención del oso hormiguero estaba centrada en el lobo, éste no notó que el conejo estaba petrificado de miedo, como si hubiera visto un fantasma.

—¡Hola Kibi! Que bueno que te encuentro. —Dijo el lobo mientras caminaba hacia Kibi.—

—Hola Legoshi. ¿Sucede algo?.

—Si, como faltaste ayer, Dom me pidió que te diera esto. —Dijo el lobo mientras sacaba una hoja de su mochila.—

Legoshi siguió poniendo al corriente a Kibi sobre las actividades del club durante unos minutos y a diferencia de este ultimo que estaba muy tranquilo con la presencia del lobo, el conejo arlequín estaba sumamente nervioso y sentía unos inmensos impulsos por salir corriendo. Al poco rato Legoshi se despidió de Kibi y se fue. 

—¿Apoco ese...? ¿Ese lobo... esta en el mismo club que tu?. —Dijo el conejo temblando cuando se cercioro que Legoshi ya estaba a una distancia considerable como para escucharlos.—

—Si. Legoshi es tramoyista como yo. Se que a primera vista da miedo, pero es un tipo sumamente agradable y servicial. ¿Y porque estas tan nervioso? ¿No me digas que tienes prejuicios contra los lobos?.

—No, es solo que... ese tipo es al que me refería. —Dijo el conejo con cierto nerviosismo.—

—¿De que hablas?.

—De que... Ese es el lobo que vi junto a Haru. 

—¿¡QUE!?. —exclamó Kibi desconcertado. —¿Estas... seguro que es el?.

—Completamente seguro. Como te decía, no es la primera vez que lo veo, se que es el.

—¡JA! ¿Y en serio crees que tenga algo con ella? Digo... que los veas juntos no necesariamente significa que sean pareja o algo así. Tal vez solo son amigos o compañeros de alguna clase.

—Si, puede ser. Pero como te decía, se me hace muy raro que justo cuando se empieza a juntar con el, empieza a dejar coger con el que sea.

—Si, esta raro. —respondió Kibi en voz baja.—

Ambos adolescentes guardaron silencio por unos segundos. Kibi comenzó a pensar en Legoshi y le vino algo a la cabeza.

—Ahora que lo pienso... está muy, MUY raro. —Dijo Kibi rompiendo el silencio con cierto aire de preocupación.—

—¿A que te refieres?

—Conozco a Legoshi desde hace algun tiempo y aunque siempre ha sido alguien confiable, el es de pocas palabras y es de esos que prefieren no destacar mucho entre los demás.  Pero desde hace algunas semanas, se le ha visto mas feliz y se ha comportado de forma mas sociable que antes. De hecho... entre nosotros, ha surgido la broma de que ese cambio de comportamiento se debe a que se consiguió una novia... 

—No me jodas... —Dijo el conejo con la boca abierta.—

Kibi no dijo nada. Ambos volvieron a guardar silencio, hasta que el conejo tuvo una idea. 

—Oye Kibi. ¿Porque no le preguntas? digo... te llevas bien con el ¿Verdad?.

—Pues... si pero, no te podría decir que somos TAN íntimos como para hacerle ese tipo de preguntas. 

—Digo tampoco vas a llegar y decirle "Oye Legoshi, ¿te andas cogiendo a cierta coneja?" pregúntaselo muy al aire y tal vez así me puedas dar una idea de que esta pasando con Haru, porque para ser sincero, me preocupa que ella tenga algo con un lobo.

La voz del conejo sonaba algo angustiada.

—¿Te preocupa ella o te preocupa tener que volver a tocarte para tener calmada a la cabeza de abajo?. —Le repuso Kibi con severidad.—

-¡No es eso! ¡Estoy preocupado por Haru en serio!. —Exclamo el conejo molesto.— ¿No vas a hacer nada entonces?.

El oso hormiguero dio un largo suspiro y se levanto de su silla. 

—Tengo que ir a la biblioteca y después iré a las actividades del club de teatro. Veré que puedo hacer con Legoshi. —Se lo dijo mientras Kibi agarraba su mochila.— Pero no te prometo nada, porque incluso con ese cambio de personalidad, Legoshi es alguien reservado.

—En cuanto sepas algo me lo dices. 

—Si... nos vemos entonces.

Kibi se despidió del conejo y se marchó.

Mientras el oso hormiguero caminaba hacia la biblioteca estaba pensando en Legoshi. «¿Un lobo y una coneja? Lo dudo mucho, esto tiene una explicación lógica estoy seguro.» por un lado pensó eso, pero por el otro «¿Y si Legoshi esta saliendo con ella? ¿Eso es posible? Si ellos ya... lo hicieron, ¿Fue peligroso?» la cabeza no dejaba de darle vueltas. Pero también estaba preocupado por el lobo. «Dios Legoshi. ¿Que esta pasando contigo?.»

Beastars: Nuevas experienciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora