CAPÍTULO 1.
Star caminaba con cuidado por la orilla del río. Llevaba doce horas siguiendo el rastro de su presa y no quería asustarla. Atenta a cualquier sonido o movimiento no le costo oír los sollozos. Con cuidado y procurando no hacer ruido se acercó a los matorrales de donde provenían. Al acercarse se sorprendió al ver a una niña, no debía tener más de 12 años, era rubia y estaba abrazada a sus rodillas con la cabeza apoyada en ambas, al verla no pudo evitar recordarle, lo había encontrado tantas veces en esa misma posición. Alejando los recuerdos se agachó y habló suavemente.
- Hola.
La niña pegó un salto asustada al oírla.
- Tranquila pequeña - dijo con suavidad - No te haré daño.
La pequeña al oírla se tiro a sus brazos sollozando. Star la abrazó con suavidad y la intentó tranquilizar nuevamente.
- Tranquila cielo, ya pasó todo. ¿Cómo te llamas? ¿Estás sola?
La pequeña paro de llorar y asintió.
- Me llamo Sofía. Me separé de mi grupo hace dos días.
- Yo soy Star, Sofía. ¿Qué pasó?
- Estabamos en una carretera, la caravana se había parado cuando un gran grupo de ellos se acercaron. Nos escondimos debajo de un coche pero uno de ellos me vio. Salí corriendo y me escondí entre los árboles, Rick me encontró pero se acercaban más, me cubrió bien con las ramas y me dijo que lo esperara, que volvería a buscarme. Debí hacer algún ruido porque uno de ellos se acercó y salí corriendo, me perdí y no he podido volver a encontrarlos.
La pequeña volvió a comenzar a llorar, Star la abrazó de nuevo.
- Vale pequeña, seguro que te están buscando. Creo que se a que carretera te refieres - por esa zona no había muchas donde elegir por suerte - Te llevaré hasta allí e intentaré encontrar algún rastro de tu grupo.
Star se levantó con la pequeña agarrada de su mano y emprendió con ella el camino hacia la carretera, su primera opción no estaba muy lejos, si era la que la niña decía la pobre llevaba dos días dando vueltas en círculos, le asombraba que hubiera podido sobrevivir.
Cuando llegaron a la carretera, Star no vio rastro de ningún ser vivo, pero se fijó en los pequeños detalles que podían delatar la presencia de los mismos. Un camión de suministro de agua estaba abierto y faltaban algunos de los bidones, en el lugar de estos no se apreciaba nada de polvo, lo que indicaba que no hacia mucho que habían cogido los bidones. Algo alejado del camión había una mancha de sangre, que parecía reciente y por fin encontró la pista más importante. En el parabrisas de un coche había algo escrito, al acercarse lo pudo leer bien "Sofía espera aquí, volveremos a buscarte", dentro del coche había provisiones y agua.
- Mira, te han dejado un mensaje. Vamos a esperar aquí.
- Vale.
Star entró en el coche con Sofía, tapo como pudo las ventanas y se sentó junto a la pequeña dispuesta a esperar. Desde que todo había comenzado Star había estado sola la mayor parte del tiempo y se preguntaba como sería el grupo de la niña, por lo poco que le había podido contar parecían buena gente, por lo menos parecían preocuparse de sus niños, en esos meses había visto cosas que creía que nunca podría olvidar. Intentando hacer que el tiempo no se hiciera tan largo dijo.
- ¿Tus padres?
- Mi padre está muerto - dijo la pequeña sin sentimiento - Él no era bueno - dijo mientras un temblor la recorría.
- Tranquila - dijo tocándole el brazo con suavidad - ¿Y tú madre?
- Ella está viva, seguramente estará muy asustada.
