Siento haber tardado tanto en actualizar, pero entre las fiestas y unos pequeños problemas de salud me ha sido imposible hacerlo antes.
Como siempre GRACIAS por vuestras lecturas, favoritos y comentarios, alegraís hasta el peor de los días.
Star abrió los ojos, estaba amaneciendo y una tenue luz entraba en la torre. Rick dormía a su lado con un brazo alrededor de su cintura. Procurando no despertar al hombre, se separó con cuidado de su cuerpo y se levantó. Se vistió y abandonó la torre en silencio dejando tras ella los recuerdos de esa noche.
Se acercó donde habían instalado el campamento y vio que todos dormían, aliviada por no tener que dar ninguna explicación se puso a preparar algo de café.
Daryl vio a su hermana salir de la torre, su rostro tenía una expresión triste, hacía mucho que no veía ese dolor en Star. Se levantó sin hacer ruído y se acercó a donde ella preparaba el café.
- ¿Qué tal la guardia? - preguntó.
Star pegó un salto asustada al oír la voz de su hermano.
- ¡Dios, Daryl! Haz un poco de ruido por favor. Casi me matas del susto – dijo la mujer – La guardia tranquila, todo bien – dijo sin mirarle.
- ¿Va todo bien?
- Claro que sí Daryl ¿qué podía ir mal?
- Star, no me engañas. Se que te ocurre algo. ¿Qué ha pasado? ¿Rick ha...? - dijo el hombre antes de ser interrumpido por ella mirando hacia la torre.
- No ha sucedido nada – mintió ella – No hagas trabajar a tú imaginación ¿ok?
- Te conozco bien, y se que te ocurre algo y no es cosa de mi imaginación, pero si no deseas hablar lo entenderé. Pero aquí estoy para cuando lo necesites.
- Lo sé Daryl. Y te aseguro que si en algún momento lo necesito serás el primero al que acuda – contestó mientras le pasaba una taza de café.
- Buenos días – dijo Rick acercándose a ellos. No lo habían oído llegar.
- Hey – contestó Daryl mirando fijamente al otro hombre mientras tomaba un sorbo de su taza.
Star sirvió otro café y se lo dio a Rick para luego tomar el suyo e ir a sentarse junto a la hoguera de la noche anterior, dejando a los dos hombres.
Poco a poco el resto del campamento se fue uniendo a ellos. Cuando estuvieron todos Rick les contó que Daryl y él habían estado hablando de como tomar el siguiente patio. Entrarían Rick, Daryl, Star, Maggie, Glenn y T-Dog, sólo llevarían los cuchillos y un par de armas que esperaban no tener que utilizar. El resto del grupo intentaría atraer a los caminantes hacia las vallas para ayudarles a despejar el patio. Terminaron de desayunar todos juntos y se prepararon para la ardua tarea que les esperaba.
No fue fácil pero después de una dura lucha lograron despejar el patio y un pabellón de la prisión donde poderse instalar. Cansados cada uno eligió su celda y fueron colocando sus cosas.
- Yo me quedo con el puesto de vigilancia – dijo Daryl – no soporto estar tan encerrado.
Star se rió mientras colocaba las cosas en su celda. Al sacar una camiseta algo cayó al suelo, antes de que pudiera recogerlo vio una mano que lo cogía.
Rick miró la fotografía que había caído, era un niño pequeño, rubio con unos preciosos ojos azules, muy parecido a Daryl. Estaba subido a un columpio riendo.