Roommate | KookV

Eight

—Está quedando muy bonito, me encanta—dijo el pelinegro después de unas dos horas de haber estado decorando la pancarta, sólo faltaban los detalles finales.

—Claro, lo hice yo—respondió Tae con una sonrisa de suficiencia.

Jungkook rodó los ojos y empujó su mejilla interna con la lengua. Dejando de guardar algunos materiales, se volteó hacia él.

Un dato de Tae: le gusta hacer bromas egocéntricas.

—Debe ser que yo no hice nada, yo dibujé y tú me ayudaste con los colores.—dijo cruzándose de brazos, Tae se levantó del suelo donde estaba el colorido papel -ya que prefirieron hacerlo ahí porque era más espacioso- y lo miro serio—Mitad y mitad, hyung.

—Ponerle color es más complicado porque tienes que tener cuidado de no manchar y hacerlo todo prolijo, más si es con pinturas y pinceles—se cruzó también de brazos.

—Igual, yo también te ayudé con eso—se defendió mientras se acercaba imponente.

—Jungkook, jugar con las pinturas no es ayudar—reprochó—¡Míra tus manos y tu camisa!—señaló estas con el pincel que llevaba en la mano–están llenas de manchas de pintura y brillos por tu complejo de Art Attack.

—¡También me quería divertir!—soltó ofendido—Tu también deberías.

Dicho esto, llevó la mano a su mejilla embarrando pintura morada.

Taehyung formó una O con su boca y Jungkook lo imitó graciosamente para luego reírse.

Rápidamente, el rubio tomó del suelo el polvo de brillantina y se lo esparció en la cara y el cabello

—¡Ja, ja, ja!—rió irónicamente.

El menor le dio una mirada amenazante y la sonrisa en su rostro se borró inmediatamente. Echó a correr y Jungkook lo empezó a perseguir.

Tae rodeó la mesa y corría lo más rápido que sus largas piernas podían, rodeó el mueble y se detuvo viendo a Jungkook del otro lado.

—¿Por qué corres si no te voy a hacer nada?—dijo el pelinegro con fingida inocencia.

Podré ser un idiota pero no un estúpido.

—¿Por qué me persigues entonces?—le tiró el pincel que traía y este lo esquivó—¿qué eres? ¿Spiderman?

Cuando Jungkook hizo el amague de correr hacia él se dirigió rápidamente hacia el baño del pasillo y se encerró.

—¡Wah! Cobarde, eso es trampa—exclamó el de cabellos brillantes desde afuera escuchando la risa del mayor.

Pasaron unos 5 minutos en los que Taehyung no escuchó más a Jungkook. Con cautela abrió la puerta y asomó su cabeza viendo hacia los lados antes de salir, se volvió para apagar la luz del baño y cerrar la puerta.

Cuando se giró, un leve grito agudo salió de sus labios cuando se encontró a Jungkook y este lo acorraló en la puerta con sus manos a cada lado de su cabeza.

—Te atrapé.—dijo con una sonrisa de suficiencia a una distancia prudente. Vio la expresión enojada de Tae y el puchero en sus labios–Ay, ¿estás enojado porque perdiste?—inquirió con altanería.

Tae sonrió cuando una idea se pasó por su cabeza, él nunca pierde.

Sus tácticas son muy arriesgadas pero no le gusta perder y menos con un sexy altanero menor que él.

—Hmm...—llevó las manos al pecho de Jungkook y este frunció el ceño–ya que me atrapaste,—acarició hasta sus hombros, dejando sus brazos apoyados en estos mientras se acercaba un poco más a él y susurró en su oído con voz suave—¿qué me vas a hacer?