so baby tell me yes (and i'll give you everything) ♡ hyunin

[♡] Capítulo Veinte.

Hyunjin, gracias a su desinterés por las relaciones y el sexo, nunca se había puesto bajo la incertidumbre de una cita y el nerviosismo que aquella situación traía consigo. Sus manos que sostenían el volante de su auto sudaban y no era un un tic nervioso que pasara todo el tiempo, pero en aquella ocasión pensaba que lo meritaba, pues estaba sonrojado en extremo de inseguridad.

Las palabras de su amigo y madre retumban en su mente en cada situación como esa, sin embargo, era Hyunjin, y si no estaba al borde de un colapso nervioso con toques de inseguridad, no era Hwang Hyunjin, maldita sea.

Suspira fuertemente y se fuerza a relajarse y parecer natural. No desea arribar a la casa del lindo omega en tal estado, donde sentía que podía empezar a transpirar como un completo cerdo.

No había momento al detenerse frente a los semáforos brillando en rojo que no cerrase fuertemente sus ojos y suspirara. Jeongin era... Hermoso, le hacía sentir totalmente fuera de lugar, una persona de bajos criterios y posición social cuando estaba a su lado. Tenía cierta belleza particular que le hacía estar concentrado en él, solamente en él y nadie más.

Condujo alrededor de cinco minutos más antes de estacionar el auto en la acera y mirar tembloroso hacia la entrada de la casa de Jeongin.

Baja sin pensarlo y camina hasta la entrada, toma unos cuantos segundos antes de que sus nudillos golpeen la madera de la puerta. Ahora solo quedaba esperar.

Dentro de casa, Jeongin estaba terminando de ponerse un poco de humectante sabor cereza en sus labios —únicamente por si las dudas— cuando escuchó la puerta ser golpeada, avisando la llegada de su alfa.

Emocionado, cogió su celular, llaves y cartera corriendo hasta la misma y la abrió después de echarse un vistazo en el espejo de la entrada, queriendo comprobar que estaba todo en orden.

Hyunjin había estado tan acostumbrado de ver al lindo omega portando sus batas y pijamas, que verlo ahora con un vestir tan... Diferente al acostumbrado, estaba examinando el pequeño cuerpo de arriba abajo con una sonrisa estupefacta tirando de sus labios.

—Hola Hyunjin —saluda él omega abrazando sus brazos en torno al alfa y aspirando el masculino aroma que tanto adoraba.

—Hola bebé —corresponde con los nervios drenando fuera de su cuerpo el efusivo abrazo, sus labios sonríen enternecidos al sentir el cuerpo más pequeño frotarse con el suyo en un acto posesivo de querer impregnarle con su aroma. —Nos vimos no hace mucho, y te extrañe.

Jeongin ama como Hyunjin es sincero con él y no reprime decir las cosas como muchos alfas lo harían.

Deposita un beso lento en los labios del alfa y se aleja después de unos segundos, suficientes para mover sus brazos alrededor del cuello de Hyunjin y sentir como sus manos le tomaban por la cintura.

—Estas nervioso, ¿no es así? —no se reprime a preguntar, sintiendo como desde que llegó, un intenso aroma de nerviosismo emanaba de todo Hyunjin.

—Un poco —contesta. —Pero no puedes culparme, siempre me haces sentir tan fuera de lugar... Y nervioso.

—Estamos en las mismas, mi amor —susurra Jeongin con sus mejillas pintadas de un tierno rosado. —¿Listo para nuestra primera cita real?

—Más listo que nunca —asiente efusivo.

Él mayor estaba incluso más nervioso que la primera vez que sostuvo un arma, apuntando a los delincuentes.

***

Gracias a que era sábado, y la mayoría de las personas recibían su paga por trabajar ese mismo día, la feria estaba abarrotada de personas. Pero no era difícil moverse entre la masa de gente, y era algo que debían agradecer.