so baby tell me yes (and i'll give you everything) ♡ hyunin

[♡] Capítulo Veintitrés.

Los días pasaron con naturalidad y sin problemas de por medio hasta fácilmente convertirse en tres semanas, el trabajo por parte de Jeongin era incluso más pesado y eso le hacia tener que tener sus ojos abiertos hasta por un día entero, era pesado, claro que lo era.

No era fácil estar despierto velando por la salud de otras personas tanto tiempo, pero le gustaba demasiado y no podía quejarse, se ganaba la vida haciendo actos que le mejoraban como persona.

—Jeongin, debes dejar de comer comida chatarra por el amor a Dios, esto ya no es normal.

Woojin, su amigo y confidente, sobaba calmadamente su espalda mientras Jeongin, arrodillado frente el inodoro, expulsaba todo el contenido de su estómago después de comerse unas papas fritas y sopa instantánea.

—No tengo tiempo de cocinarme algo decente y saludable, Woojin, tampoco quiero causarle molestias a Hyunjin pidiéndole ayuda, ya debe de estar ocupado con sus propios asuntos.

—Son pareja, están enlazados, si de verdad te ama no será una molestia para él ayudarte a que comas sano, ya hemos pasado por esto, ¿recuerdas? La última vez tuviste una infección estomacal por comer tanta basura, ¡eres Doctor por el amor a Dios, ya deberías saber los riesgos que trae comer tanta comida chatarra! —grita alzando sus manos hacia el techo.

—Lo sé, pero me causa pena tener que decirle, tú no lo sabes por que no estas en mi lugar.

—Si, yo no tengo omega, lo cual me libra de vergüenzas —encogiéndose de hombros se gana un golpe por parte de Jeongin, ya recompuesto. —¡¿Eso por qué fue?!

—Porqué puedo.

No sabía cuanto podía desear una persona comer saludable hasta que en ese momento se moría por algo que alimentara su estómago sin necesidad de vomitarlo. Joder, lo dolía la cabeza por el esfuerzo.

—¿Cómo te ha ido en el trabajo?

Esa misma noche y una en la que había podido volver a casa junto con Hyunjin, estaban preparándose para cenar.

—Bien, solo unos cuantos criminales sin importancia, nada riesgoso.

Ese era el pan de cada reunión, Hyunjin asegurando que nada riesgoso pasaba para calmar los nervios del omega por que, después de todo su vida corría peligro día tras día.

—¿Has pensado lo qué te dije el otro día?

—Debo preguntarle primero a mis padres, pero no creo que rechacen la invitación, ellos son los más entusiasmados con mi relación —ríe y oh mierda, cuanto Jeongin había extrañado esa profunda risa. —No digo que yo no este feliz y entusiasmado con nuestra relación, pero ya sabes como son los padres, los tuyos deben ser iguales, e incluso peores que los míos.

—Lamentablemente no lo sé, Hyunjin, aún no los conozco —una mueca que se asemeja a un puchero tira de los labios de Jeongin. —Como sea, ¿hablaste con tú jefe?

—Si —a espaldas de Jeongin, sonríe y se encoge de hombros.

—¿Y...?

—Dijo que aceptaba la licencia.

—¡Qué alegría! —chilla, saltando de la emoción de su asiento y enrollando sus brazos en la cintura de Hyunjin, recargando su frente contra la ancha espalda. —Eso significa que podrás conocer a mis padres, por fin.

***

Amaneciendo, Hyunjin observo con preocupación a Jeongin que reposaba en su pecho debido a que poco antes de terminar de cenar, sumergidos en una burbuja de calidez y amor, el menor corría al retrete desechando todo el contenido que había consumido, no fue por asco, eso lo repitió una y otra vez, la experiencia culinaria del alfa herida pensando que ocasiono el vomito en el pequeño hombre. Pero había platicado con él, diciéndole todo lo que ingería por el poco tiempo en su poder y como si Dios se apiadara de su persona, Hyunjin se ofreció con insistencia para preparar el almuerzo del omega, así no padecería más de vomito.