so baby tell me yes (and i'll give you everything) ♡ hyunin

[♡] Capítulo Veintisiete.

Cuando Hyunjin había subido a su auto y dispuesto a seguir a las dos camionetas frente del suyo, se sintió extrañamente inmenso, nunca en su vida consiguió que personas se doblegaran ante su voluntad con tal facilidad, muchísimo menos a alfas, a los poderosos a cargo del mandato de la sociedad. 

Ahora comprendía cuán poderoso era ser un alfa de raza pura, siendo de los pocos que habitaban en Reino Unido decidió llevar una vida normal, sin mucho poder pero bien acomodado económicamente por sus propias manos. Resultaba que trabajar como agente de seguridad no era tan mal pagado si eras casi tan bueno e inmune como un ser de otro mundo. Sus heridas —de gravedad, claro estaba— eran capaz de sanar en tiempo récord, venciendo a los betas, omegas y simples alfas de raza común.

—Yo... Hyunjin hyung, mierda, no tenía idea que eras capaz de hacer algo como eso —su compañero yacía tenso en su asiento apretando el volante, no cabiendo aún de la sorpresa. —¡Simplemente humillante estar en los zapatos de esos alfas, joder eres tan bueno compañero, nunca dude de ti y lo qué podías hacer!

En ese momento se sintió como nunca en su niñez y adolescencia, valorado y sobrepasando las expectativas sobre sí mismo.

—Nunca he deseado aprovecharme de lo que soy aunque lo necesitara, hoy... Simplemente estoy cabreado, ¿sí? Tienen a mí omega que espera mi primer cachorro, haciéndole sabe que cosas, y no puedo controlarme —ve sus puños tensos, como la sangre se estancaba y hacia resaltar sus venas debajo de su piel enrojecida. —Quiero matar algo, compañero, nunca me había sentido de está manera y no sé como controlarme.

Él hombre que conducía, acercándose poco a poco a punto donde morían los altos árboles, sonrió.

—Simplemente no te contengas, libera tu furia con él maldito que se atrevió a secuestrar a tu omega, ¿de acuerdo? Si no lo haces en algún punto vas a explotar, Hyunjin, y con la persona que menos desees hacerlo —preocupado de saber cuanta verdad bañaban sus palabras, continua. —Recuerda lo que se nos dijo, la furia se acumula y explota si no se es liberada, te lo digo como amigo y como alfa que se preocupa por tu compromiso, patea el culo de ese hombre, pero no lo asesines.

—¿Piensas qué soy idiota? ¡Es un hecho qué voy a moler su culo a golpes —grazna enojado. —¡Se atrevió a robarme de mi lado a Jeongin, mi precioso omega, por una mierda, si no le doy un merecido dámelo tú a mí por ser un completo imbécil!

—Solo no lo hagas frente Jeongin, los omegas son misericordiosos y de buen corazón, no permitirá que le hagas daño a pesar de las circunstancias.

Y con certeza no podía negar aquello, Jeongin era tan... Corazón de pollo que se compadecía de todos, lo conocía de muy poco tiempo, pero a la vez de toda la vida.

Así que tendría que sacar a Jeongin y subirlo al vehículo para poder romper él culo del hombre sin reservas y arrepentimientos de unos bonitos ojos azules diciéndole que parase.

—Por aquí —dijo uno de los hombres doblegados caminando dentro de la cabaña.

Lo siguió por pasillos que desde fuera parecían no existir, la cabaña era grande a horrores y entre más caminara se volvía más oscuro, sin embargo, era hombre precavido y había colocado en su cinturón la pistola con una pequeña linterna debajo del cañón y se iluminaba paso tras paso.

—Están dentro, señor —fue lo único que sus labios pronunciaron antes de ser escoltado a la intemperie del bosque helado.

Hyunjin retrajo sus asesinas ganas de tumbar la puerta con una patada y simplemente, como una persona civilizada que en esos momentos no era, cogió la perilla y la giro lentamente antes de que sus sentidos se agudizaran y se diese cuenta que algo no iba bien.