[♡] Capítulo Ocho.

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—Yo no creo que seas tonto —dice cuando esta siendo secado por él alfa con suma timidez, su mirada no abandona el punto en el suelo. —Es decir... Creo que eres muy inteligente.

Hyunjin le mira atento unos momentos, antes de sonreír bobamente al comprender a donde buscaba llegar el omega. Agradece el halago vistiendo al omega tal bebé.

—He preparado una sopa con verduras, debes estar muy débil.

—No debiste —dice sonrojado, mordiendo su labio.

Era tan considerado, que no creía que fuese cierto lo que sus padres y él mismo decían de su persona... ¿Podía siquiera pensarlo cuándo estaba actuando cómo todo un caballero otorgando su ayuda tan libremente y sin reproches? Se vio siendo cargado entre los monumentales brazos del hombre hasta su cocina, mentiría si dijese que, muy discretamente, no se acurruco entre aquellas extremidades que le hacían sentir tan diminutamente seguro.

—Sentí que debía hacerlo —susurra mirando fijamente las facciones lindas y marcadas del chico entre sus brazos y su corazón revolotea cuando le siente acurrucarse entre sus brazos. —¿Te gusta la limonada de fresa? Mientras estabas en tú habitación salí a comprar un poco.

Jeongin piensa que le ha investigado, pues no había manera de que adivinase que esa era la bebida que solía tomar todos los días en sus comidas.

—Amo la limonada de fresa —contesta, viendo el plato humeante de sopa siendo puesto frente a él después de ser sentado con mucha dedicación. —¿Es de la tienda, cruzando la calle?

—Si, he comprado tres botellas, por si las dudas —saca una del frigorífico y la abre, echándola en un vaso de cristal para dársela al omega. —Por cierto, una anciana pensó que había estado contigo estos días y me acorralo diciéndome que no le habíamos dejado dormir.

La cucharada de sopa que había recién metido en su boca se vio escupida sobre la mesa.

—Deja, yo lo limpio —cogió una servilleta y empezó a coger los trozos de sopa y verduras sobre la mesa, y no tembló del asco sabiendo que había sido un poco masticada y contenía la saliva de Jeongin. —¿Gritaste mucho anoche?

—¡Estoy en celo, es normal qué grite mucho! —se escuda rápidamente, la sonrisa chulesca pero burlona de Hyunjin haciendo que su sonrojo se intensificase.

—¿Y es una casualidad qué la anciana me dijera qué escuchaba mí nombre hasta su casa? —dice mientras tira al tacho los restos escupidos por él omega.

—¡Eso no es cierto!

—Ella me ha mostrado una grabación... —su cara se torna roja pues la carcajada que retiene por salir es potente. —Gimes lindo.

—¡Hyunjin, no se supone qué debes decirle eso a un omega! —chilla horrorizado cubriendo sus oídos.

—Calla, come o se enfriara la sopa.

Jeongin come cuidadosamente de su alimento sin prestar atención a lo que Hyunjin decía, no por que estuviese enojado con él al decir algo tan sexual acerca de sí, pero si le escuchaba terminaría escupiendo la sopa sobre la mesa, de nuevo. Nota que la mirada del hombre le ve de una manera intensa a más no poder, siente como cada parte donde el observa; quema.

—¿Por qué estás viéndome tanto? —pregunta limpiando sus labios con vergüenza.

—Y-yo, eh... N-no —carraspea, y Jeongin piensa que Hyunjin siendo torpe es muy tierno. —N-no puedo d-dejar de v-verte, pie-pienso que eres mu-muy lindo.

Jeongin deja la cuchara resbalarse de entre sus dedos y su boca se abre completamente con un tono cereza en sus mejillas. Sabía que podría estar siendo un coqueteo sin precedentes amorosos, sin embargo, no quería evitar los aleteos en su estómago. Sus miradas se sostienen hasta que ambos sin alguna razón aparente estallan en una carcajada, que en unos instantes después les tiene en el suelo de la cocina, jadeando y uno al lado del otro tratando de recobrar el aliento.

—¿Por qué reímos?

—No sé, yo iba a preguntarte eso a ti.

—¿Por qué a mí? Yo empece a reír porqué tú lo hiciste.

—¡Pero sí fuiste tú quién empezó, Hyunjin, no quieras señalarme!

—No te señalo, solo digo la verdad.

—Eres tan irritante —bufa cruzándose de brazos.

—¿Él bebé se ha enojado?

Indignado ante, lo que piensa es un apodo despectivo, da un golpe que considera fuerte sobre el pectoral del alfa, pero lo que verdaderamente no espera es que su puño duela, pero Hyunjin ni se inmute ante el golpe.

—¡Estás muy duro, ¿eres humano siquiera?! —chilla llevando su puño a su pecho y cubriéndolo sintiendo punzadas.

—¿Te has lastimado? —evadiendo la pregunta de Jeongin, se sienta y sin ningún tipo de dificultad coge entre sus manos la mano del omega, que entre las suyas se ve como la pequeña patita de un gatito, pequeña y delicada. —Eres tonto, ¿por qué me golpeas?

—¿Y por qué no? —rechista molesto, sus dedos siendo sobados por los dedos ásperos pero abrigadores del alfa. —Es un país libre, puedo hacer lo que quiera.

—¿Entonces yo puedo besarte si lo deseo?

—¡¿Qué?!

—Que si yo puedo pegarte si lo deseo.

—¡No! —exclama, el sonrojo persistente en su rostro parece haberse adherido a su rostro pues no deseaba marcharse.—¡Deja de ser tan atrevido!

—Entonces, tú deja de ser tan lindo.

—¡Ah! ¡Para ya!

—Déjame besarte, y pararé.

—¡NO!

—Que malo —pucherea.

—¡NO HAGAS PUCHEROS! —chilla entre un gemido de lamento, se veía jodidamente tierno y no creía tener autocontrol.

—Eres demasiado malo, como un gatito vestido de Hitler pero con el corazón hecho de azúcar y cosas tiernas.

—Oh por Dios, ¿en serio dijiste eso?

—Eh... si, lo dije...

—Fuera de mí casa.




so baby tell me yes (and i'll give you everything) ♡ hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora