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Después de eso, me obligó parcialmente a desviar al ejército de la organización, de todo. Al saber todos los movimientos de la milicia todo era más fácil, Mustang sacaba mucho provecho de la situación, pero aún así... Yo quería saber quién era la cabeza de la organización, aunque ya no fuese una misión, aunque estoy bajo sus órdenes. Tan solo por capricho, necesito saber que todo mi trabajo no fué en vano.

Roy castigó a Jean y anteriormente me había castigado a mi.

Ah, como me encantaría poder tener un poco de música aquí, tan solo estoy haciendo trabajos forzados para "cubrir" el daño.

—¡Edward! ¿Qué significa esto?—

Lanzó a mi espalda un periódico del día ¿Alguien aún lee estas cosas?, Acostumbrado a sus arranques de ira tan solo giré en mis talones y levanté el papel: "El alquimista de acero ¿Secuestrado?" En letras enormes y en primera plana. Sabía lo que vendría ahora.

—¿Y yo cómo voy a saberlo Roy?—

Tengo razón, todos los días, todas las noches paso en esta ratonera, no tengo ya ningún contacto con el mundo exterior... Tal ves por eso todo mundo me busca, y por todo mundo. Me refiero al odioso de Bradley.

Creo que se dió cuenta de lo estúpido que sonó después de mi respuesta, suspiró y se acercó a mi.

—Vamos a salir mañana, hay alguien a quien debemos eliminar.—

Eliminar...

Eso significaba que mataria a alguien, no era raro, yo ya había presenciado como quemaba a la gente viva. Pero su "debemos" asustaba.

Me encogí de hombros continuando con mi trabajo, sólo era transportar cajas realmente pesadas a lo largo del almacén, las acomodaba en su lugar y hacia los registros pertinentes. Estaba cansado físicamente y mentalmente.

Aunque al final de todo, me sentía feliz. Por lo menos no me habían separado de el.

—¿Estás cansado enano?—
su aprendiz había llegado como e costumbre a molestarme, yo ya me había acostumbrado, así que no estaba muy altera. Decidí ignorarlo.
—No porque seas el consentido de Roy tienes el derecho de ignorame.—

—Básicamente sí.—

Me reí internamente, observé su cara de fastidio y entonces se marchó dejándome seguir con mi estúpido trabajo forzado de almacenista.

Había llegado el día de la "Salida" intercambió casi toda mi ropa, por ropa oscura, no podía negar que me lucía endemoniadamente bien. Sonríe y caminé a su lado sin decir nada, ¿Qué hacíamos en la casa de Bradley.

—Me voy.—

Dí media vuelta con la intención de marcharme de ahí, no iba a hacer eso. No porque se tratara de King, sino Porque no estaba sin convencido.

Me tomó del hombro con poca fuerza y me giró.

—Lo juraste y toma.—

Extendió un arma de bajo calibre, de inmediato la oculté entre mis ropas.

—Siempre dices que la alquimia no es una herramienta para matar gente ¿No? Entonces hazlo con el arma, asunto resuelto.—

Actuaba bastante frío, suspiré pensándolo un poco mejor, su argumento no tenía ninguna falla. ¡Maldición!

Entramos a hurtadillas a la casa, a pesar detener vigilancia. Toda la ventaja la teníamos nosotros, ya que yo había estado anteriormente en esa casa. Lo observé incendiar la casa, con un gesto de real satisfacción, no había duda, él estaba enloqueciendo.

The Dark Side.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora