8

701 76 16
                                    

Envy me dejó cruelmente pensando en que lo que había dicho, no sonaba del todo raro. Más bien, era bastante probable. ¿Sería capaz? Es verdad que no nos hemos acostado en bastante tiempo y el a veces tarda días en volver. ¡Nah! Ese no era asunto mío, y tampoco habíamos concretado una relación entre ambos, creo...

Después de haber matado a King, Todo fué diferente, comencé a hacer ese tipo de trabajos más eficientemente, logrando destacarme y subir de "puestos" en la mafia. Desde luego, no es algo que yo haya buscado o querido.

Le había jurado lealtad, pero; ¿El me tenía lealtad a mi? No lo creo.

—Edward... Ven aquí, hay alguien que quiere hablar contigo.—

¿Conmigo? Eso es raro, generalmente nadie habla conmigo aquí, a menos que sea estrictamente necesario, tal vez se deba a qué soy el "Favorito" del jefe.

Acudí al llamado, el chico me guiaba por a través de pasillos en los que nunca había estado, ni siquiera sabía que esa parte del edificio existía. ¿Quién demonios me había llamado? Quiero decir, no soy alguien importante.

Sentía un poco de nerviosismo, ya que a medida que nos adentramos por entre los pasillos y habitaciones, había menos gente, y la que había parecía bastante fuerte. Hay varias cosas y posibilidades de lo que me fuese a pasar en este momento. Tal vez Roy va a deshacerse de mi, tan simple como eso. O tal vez solo hay algún conocido. Ando dudo eso. El chico parece que no responderá a mis preguntas, así me que limito a entrar por la puerta que me ha dicho. Es grande.

Era un salón inmenso, con pocas ventanas, una extraña decoración y poca luz, evidentemente en el casi centro había un gran escritorio y una silla, que me daba la espalda.

Si era Roy el que estaba sentado ahí, lo pagaría caro. Sin embargo no fué Roy quien habló, ni siquiera un hombre.

—Tu eres... Edward ¿No? Te trajo Mustang hace poco... Eeh... Eras alquimista estatal.— comenzó a recitar mucha de mi información personal. —Bueno, eres de bastante ayuda a decir verdad.— la mujer, en toda la extensión de la palabra, mujer. Se levantó de su asiento mientras miraba una tablita con mis datos, supongo. Era alta, rubia, ojos marrón claro incluso podría jurar que eran rojos. Bastante hermosa.

Al parecer notó mi gesto de enorme sorpresa, se acercó a mi a ofrecerme un asiento frente a ella. ¿Qué demonios está pasando aquí?

—Eh... Si.

Respondí como un idiota, no quería mirarle. Sin embargo llamó mi atención y no tuve más que obedecer.

—Estarás preguntándote: ¿Quién demonios soy yo?, Verás Edward... Mi nombre es Riza... Riza Hawkeye, soy la "jefa" de Mustang, por lo tanto la tuya también.—

¡Wow! Esto es lo más raro que me pasó hoy, ¿Ella era la jefa de toda la mafia? ¡Wow! Aún no puedo creerlo, aunque nunca le había visto. Pero parece bastante seria, no creo que esté mintiendo. Entonces recordé la vez de la "pelea": Roy no es la cabeza de la mafia. A pesar de parecerlo.

Ella sonrió para mí.

—Puede ser difícil de creer, pero así es Edward. Te he llamado aquí, porque noté que eres bastante habilidoso, no causas problemas y cumples bien con el trabajo. Aunado a que Roy te ha reclutado, eso quiere decir que tienes buena procedencia.—

¿Reclutado? ¿Qué está pasando?

—Por años, Roy siempre ha sido mi sucesor, mi mano derecha, incluso un amigo. Se encarga de todo dejándome a mi el sencillo trabajo de únicamente supervisar. Eres de bastante ayuda, debido a que eras un militar. ¿No? También tenías un hermanito...—

The Dark Side.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora