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Entonces ¿Decirle sobre el contrato o no?... Todo sería mañana, el estómago me duele, la cabeza me da vueltas y mis nervios están por los cielos, no puedo manejar esto. Él me mira recostado en la cama. Yo estoy aquí, con el. Pero mis pensamientos no. ¡Tengo que decirle y prevenirlo!

—¿Qué tienes?—

Sin embargo las palabras se atoran en mi garganta, y no soy capaz de decir algo más que un: Nada.

Se levanta para abrazarme y darme pequeños besos en la espalda, que me tranquilizan demasiado. Suspiro con un poco de pesadez.

—¿Aún vas a irte?—

Asentí con la cabeza, si no lo hago el morirá. No iba a decirle, prefiero que piense cualquier otra cosa, a eso. Suspiré soltándome de su abrazo para comenzar a vestirme, mi celular estaba lleno de mensajes, iba a tener problemas después. Salí del lugar a pesar de sus llamados desesperados, regresé lo más rápido que pude a la sede y suspiré mirando el edificio desde afuera. Entré, Fuery era como mi asistente, pero no lo consideraba así, era bastante amable y platicador, me explicó algunas cosas que la jefa le había dicho, le agradecí y lo dejé irse.

—Edward, te irás hoy por la noche, alista tus cosas.—

Ordenó ella y yo asentí, estaba enterado que; ella tenía demasiada prisa por llegar a otros territorios, pero era demasiado arriesgado, para mí. O tal vez solo me manda por delante para asegurarle el área.

Pero nada de eso pasó, nada de eso fué lo que esperaba, totalmente impredecibles eran sus movimientos, el helicóptero en el que viajaría se había estropeado, y la jefa no estaba enterada de eso, yo aún seguía en la Sede de Amestris gracias a eso. Si bien, era de noche. Yo no podía dormir, los pasos de escuchaban afuera de mi habitación, reconocí ese camina de inmediato. Suspiré con nervios y me levanté para poder seguirlo, aunque el se hubiera dado cuenta de eso. No me lo habría impedido. Fuery siempre estaba afuera de mi habitación, por si algo llegase a pasar, él me lo avisaría.

—¿Fué Mustang?—

—Si, señor pero... No recomiendo que vaya hacia allá ahora mismo.—

—¿Por qué no?—

No estaba bien seguro de qué era ese tono con el que me hablaba, lástima, tristeza, quizá miedo.

—Nada aquí es gratis, señor. Por supuesto que su estancia tampoco lo es...—

—¿Qué quieres decir con eso?—

Mis piernas inevitablemente temblaron, poco a poco entendía, lo que me había tratado de decir el mismo Roy, desde el principio.

—La persona que me trajo aquí, también murió para proteger mi estancia, era un hombre viejo, que me enseñaba a reparar cosas en un taller, hace años. Él desapareció de aquí un día... Jamás apareció de nuevo, con vida. Su nombre era Vato, Vato Falman. Esa es la regla de la Mafia, señor ¿No lo sabía? ¿El señor Mustang no se lo explicó?—

Tragué saliva con temor, eso era bastante tonto si se ponían a pensar bien.

—Sin embargo hay excepciones. Si la jefa pone la mirada en alguien, busca quien lo reclute y la regla no aplica para tal. Es el caso de Envy... La jefa lo pidió y el señor Mustang no murió.—

Se encogió de hombros, su explicación era bastante convincente, ¿Y si era verdad? Entonces por eso había estado subiendo de puestos desde el inicio.

—Entonces usted quedará en el lugar del señor Mustang.—

—No... Yo no quiero eso.—

Odié a Fuery, por darme esa mirada de lastima que tanto odiaba, gracias a él me había enterado de la verdad, me adelanté hasta el lugar, Mustang aún no entraba en la oficina de la jefa, estaba afuera, mirando su reloj con una actitud serena, aparentemente feliz.

—No hagas eso Roy, no.—

—¿Quién te lo dijo?—

—¿Y eso que importa?—

Él sonrió como normalmente lo hace, acarició mi cabeza, nunca hizo eso, jamás. Se acercó a mi dando un pequeño beso en mi frente.

—Ya no importa en realidad, son las reglas Ed. Es suficiente para mí, dejarte mi lugar, al saber que me amas al igual que yo.—

—¡Pero yo no quiero ese lugar, no lo pedí...—

Entonces recordé...

"—Oye Ed, ¿Puedes renunciar a tu puesto en el gobierno?... Quédate a mi lado. Aquí.—"

Él sabía desde el principio, él conocía las reglas.

"—Tendrás que hacer todo lo que te mande, todo. Incluso matar personas. Sólo así podré perdonarte, será un nuevo comienzo.—"

Aún si no le importó, no le importó qué en algún momento perdería la vida para asegurarme un lugar aquí. ¡Yo no quiero esto!

"—Júralo, por Alphonse.—"

La promesa que hice... Él sabía que si... Me enteraba de esto, iba a querer negarlo... Por eso la promesa.

"—Ahí está... Estoy a tus órdenes a partir de ahora. Y... Toda mi lealtad será para tí, lo juro... Por mi hermano... Mi hermanito.—"

Y yo como un estúpido acepté y juré... Sin saber que habría consecuencias...

—¿Por qué estás llorando?—

Me abrazó de inmediato, todos los sentimientos encontrados me hicieron sentir terrible. No me di cuenta de mis lágrimas, lo miré.

—No quiero que mueras... Roy.—

—En algún momento tendré que hacerlo, si no es aquí, de todas maneras moriré. No puedes evitar a la muerte, sea como sea. Y dar mi vida por la tuya, es lo mejor que pude hacer, lo más bueno... Y no lo estoy dudando.—

—No lo vale.—

—Si lo vales.—

Sonrió para mí una vez más y me dió el último beso, antes de que otros dos hombres me alejaran de el, para que no impidiera el cumplimiento de las reglas. ¿Qué clase de reglas eran esas?...

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HoOOlA. xD no chilleeeeeen.
Ya casi se acaba. 7u7 y también ya estoy escribiendo otra, para no variar. v:

Danke Por leer. ♥️

The Dark Side.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora