°•Drink•°

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No sabía cuánto había pasado, diez minutos, tal vez una hora, pero Jennie seguía en el suelo recargada en la puerta con sus rodillas envueltas entre sus brazos y sus ojitos sin dejar de soltar lágrimas.

Lo que estaba pasando era totalmente su culpa, al igual que lo que pasó hacía ya seis años.
Fue su culpa desde el momento en que dejó que Lalisa Manoban entrara a su vida, desde que la dejó meterse entre sus bragas, y lo las importante fue cuando la dejó colarse hasta su corazón. Fue su culpa desde el momento en que se enamoró de ella sabiendo de su esposa. Por otra parte de igual manera fue su culpa desde que dejó que pasará la relación con Mino cuando Lisa seguía estando en su corazón, le estaba haciendo daño a él y se terminó haciendo daño a sí misma. Fue su culpa por no parar la tóxica relación que lleva desde el momento en que Mino la insultó por primera vez, y... Quien sabe, tal vez era su culpa también por no haber seguido los pasos de su madre.

Con todos esos pensamientos en la cabeza, se dirigió al baño. Las piernas le flaqueaban y la cabeza le estaba a punto de reventar y seguro sus ojos estaban hinchados de tanto llorar.

Al llegar al baño se preparó la bañera con sales de baño para relajarse. Mientras quitaba su ropa cometió el error de mirarse al espejo.

-Santa Mierda- Susurró tapándose la boca con una mano.

No era por nada que sentía la cara adormecida, pues tenía un moretón que ocupaba desde el párpado inferior de su ojo hasta abajo de su pómulo derecho, estaba hinchado y de muchos colores, su ojo estaba ligeramente cerrado debido a la hinchazón, más aparte las pequeñas marcas moradas de su cuello hasta su pecho.

Jennie se preocupó al instante, pues lo más probable era que tuviera que hacer una visita al oftalmólogo. Su cabeza punzada y al poner su mano sobre ella, sintió un chichón que le dolía como el mismísimo infierno. Seguro se lo había hecho cuando Mino la lanzó contra la pared.

Entró a la bañera y se quedó ahí el tiempo suficiente para que sus manos se arrugaran como pasas. No había asistido al preescolar ni a la Universidad, y no tenía planes de salir de su casa.

Se acostó desnuda sobre su cama, sin importarle el frío ni la ventana abierta, no había dejado de llorar, se sentía culpable y una completa estúpida por permitir que todo aquello pasara.

Escuchó su teléfono sonar al menos unas diez veces pero lo ignoró.
No pretendía levantarse de la cama, pero pensó que un trago no le asentaría nada mal.

Se levantó y se puso la playera y el pantalón de Lisa, sin ropa interior y sin importarle que ya la hubiese usado, pues igual el olor de la pelirroja seguía ahí, y aunque Jennie quisiera negarlo, amaba aquel olor.

Mientras se dirigía a la cocina, en el trayecto decidio mirar su teléfono.

Tres llamadas perdidas de "Lalisa Manoban"

Un Mensaje de "Jisoo Manoban 🐣"

Decidió por el momento ignorar las llamadas de Lisa, pues no estaba de muy buen humor para responderle, así que abrió el mensaje de Jisoo y lo respondió.

Jisoo Manoban 🐣

Cariño, ¿Vendrás a cenar?

Lo siento Unnie, no podré.
Me siento un poco mal
✔️✔️

¿Estás bien, linda?

Jennie estuvo a punto de responder, pero llegó un mensaje de Mino para nada agradable que decidió responder lo las pronto posible.

»Still Love Me?« »JENLISA« »G!P«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora