CAPITULO 1

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*TN*
Me tape los oídos para evitar escuchar los gritos y maltratos de mi padre hacia mi madre. Esto ocurría siempre cuando llegaba en la madrugada tomado y sin precedente alguno. Mis hermanos pequeños dormían plácidamente ajenos a los gritos que se escuchaban desde la cocina.

"¡Eres una buena para nada!" "¿Esto es lo mejor que puedes hacer?"

A cada frase acompañaba un golpe con el cinturón y un gemido adolorido por parte de mi madre, mi hermana  empezó a despertarse pero acaricie su cabeza de manera tierna para que volviera a dormir y no escuchara el infierno. Miraba el reloj correr demasiado lento, en un punto de las cuatro de la madrugada deje de escuchar los golpes y la puerta cerrarse demasiado fuerte.

Sin tiempo que perder me salí de la cama que compartía con mi hermana de 17 años y fui rumbo a la cocina, con forme me acercaba el llanto se escuchaba un poco más fuerte, mi madre yacía acurrucada en una esquina de la mesa con sus rodilla en su pecho, me dolió el corazón mirarla así.

Con la pequeña manta que había traído se la coloque encima, sus ojos rojos por llorar me miraron con suma tristeza.

–Mami, ya se fue. Tranquila.

Con cuidado envolvió sus delgados brazos al rededor de mi y gimoteo, sobe su espalda con delicadeza por que sabía que ahí era donde le dolía.

–No se que haría sin ti TN.

Lloro, con el dolor en mi pecho la levante para llevarla a su habitación y untarle una pomada en su morada espalda, al terminar la deje dormida y regrese a la cocina a recoger el desastre que había hecho mi padre. ¿Por qué nos pasaba esto? En la soledad me permití derramar unas lágrimas por la maldita suerte que me tocó vivir, mi madre y hermanos no se merecían esta vida. Siempre era lo mismo, borracho, golpes, lágrimas y dolor. Mi pobre madre no aguantaría demasiado.

Terminé de recoger y me dirigí a mi cuarto para seguir durmiendo pero el sueño nunca llegó, a las siete estaba levantada y con dolor de cabeza preparando el desayuno para mis hermanos, tenían que ir a la escuela y yo a trabajar. Escuche los pasos bajar por las escaleras y sus risas felices, sonríe un poco.

–Hermanita que rico huele.

–¡Yo quiero salchichas!

Cada uno se fueron colocando el la mesa a esperar su turno para servir.

–¿Donde esta mami?–Preguntó Mariana con su ceño fruncido buscándola por todos lados.

–Mami está descansando, coman rápido se nos hace tarde para ir a la escuela. –Los apresure comiendo yo también, una vez terminaron todos tomaron sus mochilas y salimos. Las calles estaban concurridas por las personas que iban a sus trabajos o dejaban a sus hijos a la escuela. –Llegamos, vamos entren, recuerden irse directo a casa. –Todos a sintieron y entraron.

Me dirigí hacia el restaurante que estaba trabajando y entre saludando a todo el personal, me puse mi camisa que representaba el restaurante y un pequeño delantal amarrado a mi cintura.

–TN necesito que atiendas la mesa 6.

Sali con mi bloc de notas y con una sonrisa tomé la orden del señor de apariencia asiática que hablaba muy bien el español. Últimamente el país ha sido visitado por muchos turistas en especial asiáticos, las jovencitas de mi edad se emocionaban cuando veían a uno y les pedían fotografías. Algunos me miraban y esperaban lo mismo de mi, pero no pasaba.

Deje de estudiar cuando tenía 15 años solo para ayudar a mi familia, así que supongo de la gran responsabilidad crecí y madure demacrado rápido, no tuve la oportunidad de ir a fiestas, de drogarme detrás de los basureros, de convivir con un grupo de amigos, de tener novio. Mi familia es mucho más importante que todas esas cosas, aunque había momentos que quería saber y sentirme con una chica de 21 años, pero mi responsabilidad me lo impedía.

TONIGHT (SEOKJIN) - 6 - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora