23. "Dos en uno."

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Bien, primero que todo. ¡Mejor tarde que nunca! 
En este capítulo están "La primera prueba," y el "Baile de Navidad." No, no son el mismo día, pero lo quise hacer algo largo... ¡Disfruten! <3

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— ¿Sabes? Prefiero más a Diggory que ha Potter. —dijo el castaño al ver salir al Hufflepuff.

—Sí, yo también. —contesté de la misma manera.

Trystan se había enfermado, gracias a mí.

En la mañana, que decidimos no asistir a clases, llovió terrible, nosotros salimos por los pasillos y los jardines corriendo. Ambos quedamos completamente mojados, pero el chico se enfermó tanto que tuvo que ir con Madam Pomfrey.

—No dejes que Draco me escuche, pero —Theo se acercó a mi oído—. Creo que le gustas a Trystan.

Gritos de felicidad se escucharon por todos lados, en especial de los Hufflepuff. Al voltear pude ver como Cedric sostenía un huevo dorado en alto y una sonrisa en su rostro.

— ¿Qué dijiste? —Hice una mueca—. ¿Y porque Draco no debe saber?

—Su amistad, ¿No? —Theo frunció el ceño.

Asentí.

Fleur (una chica de cabellos dorados, la campeona de Beauxbatons) y Viktor Krum también lograron evadir a los diferentes dragones y tomaron el huevo dorado.

—Parece que Potter quedo al último. —Theodore rió.

—Eso creo. —contesté insegura.

La última vez que lo vi fue cuando él estuvo con Granger. Realmente no sé si debería estar aquí, después de todo le deseé todo lo contrario a suerte y no me arrepiento.

Acomodé el suéter de color negro sobre la parte superior de mi cuerpo, inhale profundamente y seguidamente sonó el silbato. Potter estaba por entrar, si no me equivocó.

Y así pasó, el chico entro con un rostro que demostraba terror completo, parecía muy pálido casi como si se fuera a desmayar en cualquier momento. Desde todas las gradas, además de en las que me encontraba, se escuchaban gritos.

— ¡Accio Saeta de Fuego! —se le escuchó gritar, todos en las gradas guardaron silencio.

— ¿Qué trata de hacer? —fruncí el ceño.

Sí, puede que no quería verlo ganar pero tampoco quería verlo muerto.

Vi la Saeta de Fuego volar hacia él por el borde del bosque, descender hasta el cercado y detenerse en el aire, a su lado, esperando que la montara. La multitud alborotaba aún más... Bagman gritaba algo pero parecía que Harry no lo escuchaba pues solo se montó en la escoba y voló tan alto que lo perdí de vista.

El chico descendió en picado. El colacuerno lo siguió con la cabeza, justo a tiempo frenó su descenso y se elevó en el aire. Llegó un chorro de fuego justo al lugar en que se habría encontrado si no hubiera dado un viraje en el último instante.

Hija de una Mortifaga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora