Brooke
Como de costumbre y debido a mis pesadillas me levante a las cuatro de la mañana gritando a todo pulmón, levantando a medio vecindario, pero que no se quejen si ellos ya deberían de estar levantados a esa hora para trabajar ¡Les hago un favor!
Me levante para tomar un baño y después poder vestirme como acostumbraba hacerlo en vacaciones, así es, estaba de vacaciones, pero para mí mala suerte estaban a punto de terminar.
- ¡Brooke, Baja a desayunar! - gritó Jane, mi madre adoptiva.
Sin contestar baje las escaleras perezosamente hasta llegar a la cocina.
- Tienes que comértelo. - dijo Jane firmemente al ver como reaccione al ver mi desayuno.
Últimamente no comía nada que no fueran frutas y la mujer me había preparado un desayuno completo.
Si no quería acabar mis dos últimas semanas castigada sin poder salir me lo tenía que comer.
De mala gana me senté para disponerme a comer.
[...]
Estaba recostada en mi habitación tratando de tener un poco de paz, pues a medio-díahabía venido mi tía, Narcissa, a visitarme y Jane la insulto por... bueno muchas cosas en realidad, y mi linda tía la amenazo con su varita. Aunque ella no siempre era así. Odiaba todas esas cosas sobre Mortifagos y matar Muggles, pero Jane la ofendió demasiado.
Después de todo se marchó enfadada hasta la Malfoy Manor.
Un sonido me alarmo, un golpe en mi ventana para ser más exacta. Temerosa me acerque -pues mi madre (Biológica) me había hablado sobre los Dementores, los demás Mortifagos, el Grim... y sobre todo el señor tenebroso, quien al parecer no debía enterarse de mi existencia- verifique que no hubiera nada que me hiciera daño antes de abrir la ventana.
Al abrirla lo único que había era una lechuza, pero no era la lechuza de mi madre, no, esta era otra diferente. La tome con sumo cuidado para después tomar el pergamino que esta traía.
La carta era de Hogwarts... ¡No podía abrir esto!
En seguida tome un pergamino para comenzar a escribirle a mi madre sobre esta catástrofe.
"Querida madre:
Acabo de recibir una carta de Hogwarts.
Sé que es malo... por eso te lo comunico, ¡Debes venir en cuanto puedas! Yo no tengo ni la másmínima idea de que hacer.
Te juro que creo que estoy temblando, ¿¡Como supieron de mi existencia!? ¡Se suponía que por eso vivía con estos Muggles!
Con amor,
Brooke."
Tome mi lechuza, Artemis, para después sujetar la carta en su pata y poder enviarla.
Artemis ululó encantada de poder hacer un viaje, pues no hacía muchos solo cuando eran de suma importancia... como en este preciso momento, y se perdió en las nubes.
La curiosidad me mataba, entonces tome el pergamino de Hogwarts y lo abrí.
"Estimada señorita Lestrange/Dawson
Segunda planta, cuarto de la derecha
Londres
Tenemos el placer de informarle de que dispone de una plaza en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Por favor, observe la lista del equipo y libros necesarios. Las clases comienzan el 22 de agosto. Esperamos la lechuza antes del 20 de julio.
Atentamente,
Minerva McGonagall
Subdirector."
Por la santísima mierda, ¡Tenia mi apellido biológico! Esto estaba mal, estaba demasiado mal.
[...]
- ¡No hay otra opción, Bella! -gritaba Narcissa, en la sala de su mansión.
Hace una hora que mi madre había llegado a la casa de los Dawson para después leer mi carta, inmediatamente me trajo a la Malfoy Manor.
Hace tanto tiempo que no veía a Lucius y menos a Draco, había olvidado como eran ellos, en apariencia claro.
Ahora yo estaba sentada en el sofá de en medio con los brazos cruzados y con Draco a mi lado.
Narcissa y Bella discutían acerca de hablar con Dumbledore (Que no tengo ni la másmínima idea de quien sea ese) y hacerme pasar por una "traidora-de-la-sangre" pero Bella se negaba completamente a eso.
- ¡Claro que no, debe haber otra opción! -gritaba de la misma manera mi madre.
Voltee a ver aDraco para encontrarlo con el ceño fruncido.
- ¿y tú qué piensas acerca de esto? -le susurre- Además, ¿Quién rayos son Dumbledore y los "Weasley"? - pregunte frunciendo el ceño igual.
- No creo que deberías hacerte pasar por una traidora de la sangre y menos con los Weasley. -Susurro de manera fría- Dumbledore es el director de Hogwarts y los Weasley son unos pobretones numerosos. -concluyo aun de manera fría.
- ¿Acaso les tienes envidia? -me burle.
- ¡Claro que no! -Protesto - Jamás tendría envidia de unos traidores de la sangre, además de pobres y... - rodee los ojos y me obligue a ignorarle hasta que terminara.
- ¿Ya terminaste? -pregunte después de un momento.
Draco río y atrajo las miradas fulminantes de nuestras madres haciéndolo callar.
Finalmente después de gritos y gritos de parte de Bella y Narcissa, Dracodecidió subir a su habitación, y como mi trabajo era molestarlo lo seguí entrando junto con él.
- Me voy a bañar... ¿Te quieres ir? -pregunto de brazos cruzados en su cama.
Antes de que yo pudiera contestar se escuchó un grito de abajo "¡Bajen los dos!" De parte de mi madre.
- Ya no te bañaras, Draquilindo -le dije riendo.
Draco rodó los ojos
- ¡Ay, No sabes cuánto me encanta que me llames así! -exclamo sarcásticamente.
Yo sonreí y lo tome de la mano para después jalarle hasta abajo.
**
- ¿Y... bien? -pregunte después de estar varios minutos esperado que hablara alguien.
- Mañana iras con los Weasley al caldero chorreante, ellos te esperaran allá -Dijo Narcissa sonriendo de manera alentadora, mi madre tenía la mirada fría y fija en un punto perdido. -ya hablamos con ellos, no hay problema, serás la prima lejana de ellos, por lo tanto... usaras el apellido Dawson o Weasley, el que quieras. -termino de hablar con una mueca.
Yo suspire resignadamente.
- ¿Sera una traidora-de-la-sangre? -pregunto Draco con voz fría, nuevamente.
Narcissa asintió mientras Bella gruño al oír las palabras de su sobrino.
-Es por su vida, Draco. -concluyo la plática.
